Para quienes ven la botella medio vacía en el universo inversor de las telecomunicaciones, ahí va una pequeña dosis de optimismo: algunas previsiones apuntan que hasta 22 redes de LTE entrarán en servicio antes de que acabe el año, cifra que se elevaría a 45 para finales de 2012. Un total de 80 compañías se han comprometido a desarrollar este sistema de telecomunicaciones en 33 países.

De aquí podría salir el futuro LTE. Collserola, Barcelona. Foto cortesía de: SlapBcn

Apuntando hacia el 4G. (Collserola, Barcelona) Foto cortesía de: SlapBcn

Números a parte, el caso es que el mundo empieza a verle las orejas al LTE. Los primeros, los nórdicos. En Suecia y Noruega el servicio de LTE ya es una realidad desde diciembre de 2009. Se calcula que durante este año se van a abastecer a las 25 ciudades suecas más pobladas, y a 4 noruegas.

Entre quienes planean o despliegan ahora las nuevas infraestructuras para telefonía móvil se encuentran Armenia, Australia, Austria, Bahrein, Brasil, Canadá, China, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Hong Kong, Irlanda, Italia, Japón, Jordania, Letonia, Países Bajos, Nueva Zelanda, Filipinas, Portugal, Rusia, Arabia Saudí, Singapur, Sudáfrica, Corea del Sur, Taiwán, Emiratos Árabes Unidos, EE.UU. y Uzbekistán.

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Para España suenan nombres y fechas como Mérida y 2011. La ciudad extremeña ha sido la elegida por Telefónica para iniciar, a partir del próximo año, las pruebas para desplegar el espectro de LTE. La misma operadora va haciendo ensayos también en el Reino Unido, Alemania, República Checa, Argentina, Perú, Eslovenia y Brasil.

LTE, “Long Term Evolution”, o “evolución a largo plazo”. Así define su perspectiva de alcance esta nueva tecnología de frecuencias de radio diseñada para incrementar la velocidad y capacidad del sistema de redes para conexiones inalámbricas. O sea, una banda ancha, muy ancha, para los móviles. No obstante, de momento, las primeras operadoras de LTE lo prueban con módems USB preparados para ofrecer este tipo de conexión.

Todas esas ondas que circulan con datos necesitan frecuencias de radio para viajar y transportar la información. El LTE, pues, necesita de su espacio en el espectro radioeléctrico. Los operadores calculan los costes de futuros despliegues mientras aguardan a que los gobiernos convoquen concursos o subastas para ocupar las diferentes bandas en las que serán posibles estas comunicaciones, como explicamos más adelante.

HACIA DÓNDE VAMOS

Suecia y Noruega han comenzado por utilizar una frecuencia alta, de 2,6GHz. Esta banda requiere una mayor inversión por tener un alcance más limitado, puesto que, cuanto mayor es la radiofrecuencia, menor es su cobertura. Es decir, que precisa más antenas.

Es en este punto donde aparece la banda de 800MHz, que ocupaba la televisión analógica y tiene el ancho necesario para LTE. Es una frecuencia menor, y como acabamos de señalar, su alcance es más amplio, así que menos antenas y más barato. Lo que deje de ella la implantación de la televisión digital es lo que esperan las operadoras para concursar y ganarse un puesto en el nuevo universo competitivo del LTE.

Fuente: Wikitel

Fuente: Wikitel

Dinamarca, Alemania y los Países Bajos han visto recientemente como sus gobiernos cerraban subastas para espectros de 2,6GHz. Los alemanes, además, lo han hecho ya para la banda de 800MHz. España, tras el reciente “apagón analógico”, está a la espera de que se “limpie” esa frecuencia, el llamado “dividendo digital”. El espectro podría ser utilizable a partir de 2015, y el reparto de licencias saldría a concurso hacia el 2011. Lo que sí puede aprobar pronto el ejecutivo español es la potestad de las operadoras para comprar y vender sus frecuencias de móviles, algo que de entrada ha sido bien acogido por las compañías.

LA GRAN INVERSIÓN

Si alguien tiene curiosidad y le interesa lanzarse al mundo de las operadoras, puede hacerse una idea de los costes de desarrollar una nueva red con la “LTE Cost Calculator” (Calculadora del Costes de LTE), de la compañía de telecomunicaciones Aircom.

Ha propuesto cifras para las inversiones en gasto de capital a nivel de un solo operador móvil en el primer año de implantación. Los costes dependerán, entre otras cosas, de la región, de la infraestructura que hereden las operadoras y de qué espectro vayan a disponer. Para hacernos una idea, en EE.UU. supondrían 1.780 millones de dólares (1.460 millones de euros); en Europa, 880 millones de dólares (720 millones de euros); en Oriente Medio, 337 millones (276 millones de euros); y la más asequible, Asia-Pacífico, con 232 millones (190 millones de euros).

Ericsson ya dio el primer paso al proporcionar a TeliaSonera los equipos para desarrollar y poner en servicio en los países escandinavos la primera red de LTE. La compañía espera hacerse con el 25 por ciento de todas las patentes esenciales para LTE, con lo que sería el líder en la industria.

PARA CUÁNDO

Telco 2.0, una iniciativa que investiga, propone ideas y ofrece servicios de asesoría ante los cambios en el sector de las telecomunicaciones, lanzó recientemente una encuesta a sus delegados: “En Europa, ¿cuándo los usuarios de LTE generarán una cantidad significativa (+20%) del total de ingresos en el sector de los móviles?”. Un 38% de los encuestados votó que tardarían entre 3 y 5 años, y un 35%, que serían entre 6 y 10.

Fuente: Telco 2.0

Fuente: Telco 2.0

Si bien la masificación en el mercado de las telecomunicaciones del uso de tecnología LTE va para largo, parece que operadoras y gobiernos empiezan a ponerse las pilas para tejer las redes hacia el móvil de 4ª Generación.

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