Hoy hemos visto que los ingenieros de Ofcom, el regulador británico, son capaces de solucionar problemas de lo más mundanos. Resulta que varios ciudadanos en los alrededores de un gimnasio durante varios días no pudieron abrir sus coches con las llaves automáticas.
En vez de llamar a un mecánico, la dueña del gimnasio tuvo la genial idea de contactar con Ofcom y contarles lo que estaba sucediendo. Los expertos en espectro del regulador acudieron a la zona y utilizaron su varita mágica (un detector de frecuencias) para resolver el problema.
Ofcom es el regulador de telecomunicaciones británico y tiene sus competencias muy bien definidas. Entre otras, es el responsable de gestionar el espectro y desarrollar una política de uso eficiente (a diferencia de lo que ocurre en España con la CNMC, que no tiene esas competencias). También, se encarga de los contenidos audiovisuales, de las telecomunicaciones y del sector postal.
Como decimos, varias ciudadanos de una zona de Irlanda del Norte, durante un par de semanas, se enfrentaron a la incómoda situación de no poder abrir sus coches automáticamente. La dueña de un gimnasio cercano, cuyos clientes estaban afectados, decidió llamar a Ofcom y contarles el problema.
La varita mágica de Ofcom… un detector de frecuencias
Rápidamente, dos ingenieros del regulador acudieron a la zona con un detector de espectro (spectrum analyser) y comenzaron a escanear las frecuencias en la zona en busca de alguna anomalía. El primer día no encontraron nada, pero al lunes siguiente repitieron la operación y ¡bingo!.
Un timbre estropeado estaba causando interferencias con los sistemas de apertura automáticos de los coches y por eso no funcionaban. El timbre emitía señales continuamente en la misma banda que lo hacen las llaves de los coches, 433.92 Mhz. (UHF), cuando lo habitual es que las señales se emitan en espacios muy cortos de tiempo, a modo de «ráfaga».
Los detalles de la historia los cuenta Ofcom y no os los deberíais perder: «When ding dongs go wrong».
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