En los últimos tiempos y a raíz de la crisis económica, estamos asistiendo a un nuevo auge de las ideas proteccionistas que plantea, entre otras medidas, la elevación de barreras a las importaciones con el pretexto de crear empleo.
Como contribución al debate acerca de los beneficios que representa la mayor apertura comercial, la CNMC ha considerado oportuno realizar un análisis al respecto, aportando una visión entroncada con la promoción de la competencia.
Es decir, cómo la liberalización exterior debe coordinarse con una liberalización de los mercados interiores que permita no solo aprovechar todos los beneficios potenciales que ofrece la globalización sino también repartir de la manera más amplia posible dichos beneficios. La globalización no es per se una fuente de desigualdad económica, sino que detrás de esta suele esconderse una inadecuada regulación económica.
Este documento analiza los beneficios que reporta la apertura comercial de bienes y servicios frente a las situaciones de proteccionismo. Estos beneficios se concretan en general en una mayor competencia en los mercados, que conlleva precios más eficientes y una mayor variedad y calidad para los consumidores.
El análisis desde la perspectiva teórica acerca de los beneficios de la liberalización comercial implica una revisión conjunta de los diferentes enfoques teóricos que progresivamente han enriquecido el examen de las relaciones comerciales internacionales con un creciente nivel de detalle, desde la sencilla (aunque poderosa) teoría decimonónica de la ventaja comparativa de David Ricardo hasta los más modernos desarrollos basados en empresas heterogéneas de Marc Melitz ya en el siglo XXI. Mucho es lo que se ha escrito y descubierto al respecto, razón por la que parece conveniente realizar un resumen de todas las teorías que señalan las ganancias potenciales del comercio internacional. Estos beneficios de la apertura comercial pueden ser tanto estáticos como dinámicos. Los primeros se derivan de las mayores posibilidades de producción (reasignación eficiente de factores productivos, mayor productividad derivada de una mayor tensión competitiva, mayor disponibilidad de bienes intermedios…) y de elementos relacionados con el consumo (mayores posibilidades de elección en términos de cantidad, calidad y variedad de productos). Los beneficios dinámicos se refieren, entre otros, a efectos sobre la innovación y el crecimiento a largo plazo.
Este análisis de beneficios debe ser refinado en diversos sentidos, como la necesidad del recurso al análisis coste-beneficio ante comparación de situaciones subóptimas, la existencia simultánea de ganadores y perdedores en el comercio internacional o la consideración de beneficios no cuantificables de carácter institucional. Asimismo, el examen en profundidad de estos análisis teóricos permite descubrir las interrelaciones entre comercio y competencia, tanto en su vertiente nacional -con la necesidad de impulsar una regulación económica eficiente que dinamice los mercados- como en su vertiente internacional con la propuesta de mayor coherencia y colaboración internacional entre los diferentes regímenes nacionales de competencia. Curiosamente, muchos de los modelos teóricos de comercio dan por sentada la competencia y la plena flexibilidad de los mercados internos de los países involucrados, lo que garantizaría una asignación eficiente de los recursos derivada de la mayor apertura comercial. La realidad tiende a ser muy diferente, razón por la que es necesaria la aplicación sistemática del principio de regulación económica eficiente en los mercados internos de los países que eliminen barreras al comercio.
Este análisis estrictamente teórico se complementa con la evidencia empírica disponible en España que trata de cuantificar los efectos de las políticas de liberalización comercial de bienes y servicios. Los diferentes enfoques del análisis empírico (modelos de equilibrio general computable, modelos de gravedad) se han aplicado al caso español, sobre todo con el propósito de evaluar los efectos de la liberalización comercial en España, que ha venido de la mano de la adhesión y pertenencia al proceso de integración de la Unión Europea. Estos ejercicios empíricos han encontrado un efecto expansivo de la liberalización comercial, tanto sobre los flujos comerciales como sobre la renta y el bienestar de España. Asimismo, cabe destacar el análisis empírico de Costinot y Rodríguez-Clare (2014), que arroja en todos los casos ganancias de bienestar netas al cuantificar de manera flexible los efectos de la liberalización para España bajo diferentes escenarios o supuestos de partida. Por su parte, el análisis contrafactual de Campos, Coricelli y Moretti (2014) consigue cuantificar directamente las ganancias para España de su integración en la UE, llegando a determinar que el PIB per cápita de España si no se hubiera adherido en 1986 a la CEE hubiese sido alrededor de un 14% inferior.
En conclusión, la evidencia empírica disponible refrenda el efecto beneficioso derivado de la liberalización comercial, a pesar de que aún quedan por explorar canales por los que la apertura comercial puede reportar ganancias adicionales de bienestar. Por ello, se deben seguir impulsando medidas liberalizadoras y de apertura de mercados internacionales y nacionales que generen aumentos del bienestar, a la vez que se hace necesario contrarrestar los potenciales efectos negativos que dicha política puede provocar en determinados colectivos, muy especialmente gracias a una política de promoción y defensa de la competencia eficaz.
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