En la CNMC nos sumamos al Día Mundial de la ELA que se ha celebrado este viernes 21 de junio. Por eso hemos encendido la #LuzporlaELA atendiendo a la petición que nos realizaron desde la Fundación Luzón con el objetivo de iluminar nuestro edificio de color verte en apoyo y solidaridad con las personas afectadas por la ELA y dejar constancia que la ELA existe.
*** Escrito por Mara Martín Matilla
Antes de nada, y por si no lo conocen, la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) probablemente sea una de las enfermedades más devastadoras a las que se puede enfrentar cualquier persona y cualquier familia. Por eso, es fundamental darle visibilidad y que la sociedad comprenda a qué se enfrentan los enfermos y sus familias ante este fatal diagnóstico.
Esta acción, a la que la CNMC también se ha sumado, consistió en iluminar de color verde (color que simboliza la ELA) la mayor cantidad de monumentos y edificios emblemáticos de todo el país en apoyo y solidaridad con las personas afectadas por la ELA y dejar constancia de que “La ELA existe”.
Además de la CNMC, anoche se iluminaron edificios y monumentos como la Fuente de Cibeles, la Plaza de España de Sevilla, el Arco de Santa María de Burgos, los Ayuntamientos de Barcelona o Donosti, la Diputación de A Coruña, el Templo de Diana de Mérida, el Palacio de la Magdalena de Santander, el Teatro Campoamor de Oviedo y otros edificios del sector privado.
La CNMC y su responsabilidad social corporativa
Además de sumarnos a esta iniciativa, la CNMC, recuerda que tiene su responsabilidad por ley con los derechos de las personas con discapacidades (en concreto, relacionado con las emisiones en televisión).
Este organismo tiene firmados varios acuerdos de colaboración con diferentes organizaciones para colaborar en la plena inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual.
Nuestro objetivo es apoyar a las personas con capacidades diferentes posibilitando su participación, de forma activa, en la sociedad a través de la realización de un trabajo en el que se sientan valoradas.
Dentro del contexto de la accesibilidad en nuestras ciudades, es esencial garantizar la igualdad de oportunidades para todas las personas, incluyendo aquellas con discapacidades. En muchas ciudades, como Zaragoza, nos enfrentamos a desafíos relacionados con la falta de acceso a edificios y espacios públicos. Una solución clave para abordar este problema es la instalación de ascensores, los cuales desempeñan un papel fundamental al brindar una mayor inclusión y movilidad a las personas con discapacidad, incluyendo a aquellos que enfrentan condiciones como la enfermedad de ELA. Trabajar juntos para crear entornos más accesibles es esencial para mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.
En el contexto de las grandes ciudades u otros escenarios urbanos, es fundamental abordar la accesibilidad como un aspecto central de dichos proyectos.
Por ejemplo, si nos centramos en la rehabilitación de edificios en Barcelona, se debe contemplar la instalación de medidas de accesibilidad, como rampas, ascensores y adecuación de espacios comunes, con el objetivo de garantizar la inclusión y movilidad de todas las personas. Estas medidas no solo benefician a aquellos con discapacidades evidentes, sino que también mejoran la calidad de vida de la población en general, como personas mayores o quienes temporalmente puedan tener limitaciones de movilidad.
Al trabajar en conjunto con arquitectos, ingenieros y las autoridades locales, podemos transformar los edificios históricos de Barcelona en espacios accesibles que promuevan la igualdad de oportunidades y mejoren la calidad de vida de todos sus habitantes. La accesibilidad no solo es una responsabilidad moral, sino que también contribuye al enriquecimiento de la ciudad y al bienestar de su comunidad.
Un saludo