La TV de pago tradicional no vive sus mejores días en EEUU. Y no porque los consumidores abandonen los contenidos audiovisuales, sino porque existen demasiadas alternativas y a mejores precios. Los portátiles, las tablets y los móviles impulsan nuevas formas de acceder a lo que quieres ver.
Algunos analistas predicen que este verano aumentará el número de usuarios que se dan de baja de la TV de pago «tradicional», los ‘desenchufados’ o ‘cord cutters’. De hecho, los meses de verano nunca han sido buenos para sumar suscriptores pero esa tendencia parece haberse acelerado en los últimos años.
Lo que se lleva ahora es ver la televisión a través de Internet y el entretenimiento en video desde el ordenador, el móvil o la tablet que han impulsado en los últimos tiempos una nueva forma de acceder a los contenidos audiovisuales. De hecho, según un estudio reciente de Leichtman Research Group , un 65 % de los hogares con TV en Estados Unidos tienen al menos una TV conectada a internet (ya sea a través de una consola de videojuegos, un Smart TV, y/o un dispositivo autónomo (como Apple TV, Chromecast, o Amazon Fire TV):
Esta consultora calcula que las pérdidas de abonados empezaron con fuerza hace tres años: en 2013, según datos de Leichtman, los proveedores de cable perdieron unos 100.000 suscriptores; 150.000 más en 2014 y 385.000 el año pasado. Aunque la «muerte por streaming», como algunos analistas predicen, queda lejos: el número de hogares con TV por cable en EEUU es de 94 millones.
Para el año 2018, eMarketer predice que uno de cada cinco estadounidenses no estará suscrito a un paquete de televisión por cable.
Otro colectivo interesante a tener en cuenta y que también sigue creciendo es el formado por llamados «cord-nevers» (los que nunca se han suscrito a un servicio de TV de pago) que representan, según un estudio de PwC, un 5 % de los consumidores estadounidenses. Los millennials de 25 a 34 años, constituyen la mayor parte de los «cord-nevers» que no ven este hecho como un sacrificio, ya que pueden acceder al contenido que desean desde cualquier otro lugar. Las plataformas como Netflix, Hulu o Amazon Prime son cada día más populares:
¿Qué pasa en España?
En nuestro país, los datos del último Panel de hogares (cuarto trimestre de 2015) indican que hay casi un 27% de hogares con TV de pago (respecto al 21% del tercer trimestre de 2013). Eso supone, aproximadamente, unos 5 millones de hogares (1,2 millones más que el año anterior).
Aunque la cifra va en aumento, hay muchos consumidores a los que no les interesa pagar por este servicio: entre las razones para no contratar tv de pago, los consumidores españoles esgrimen en la encuesta, por ejemplo: tener suficiente con la gratuita, que es un servicio caro e incluso no ver demasiado la tele.
Respecto de los equipamientos, el porcentaje de hogares que disponen de televisión conectada a Internet (Smart TV) supera el 26%. Y cada vez hay más hogares que contratan en un mismo paquete todos los servicios de comunicaciones electrónicas: casi un 25% contrata telefonía fja, telefonía móvil, Internet y televisión de pago.
En nuestro país, la televisión digital terrestre (TDT) acapara el 80% del consumo mientras que las emisiones por cable, satélite e Internet suponen el 20% (último estudio de Barlovento Comunicación basado en datos de Kantar Media).
La verdad, yo mismo cada vez veo menos la TV y siento decirlo pero tiene más que ver con la calidad de la programación, que de otra cosa.
La TV de pago, me parece a la vez cara, sobre todo teniendo en cuenta lo caras que son las tarifas de conexión a Internet en España. Siendo que tranquilamente (sin hablar de descargas alegales) sumadas las tarifas de Internet + Netflix + Spotify por poner dos ejemplos bastante claros, llegaríamos a una media de unos 90-100 € mensuales que mucha gente no está dispuesta a pagar.
Si a esto unimos que la programación en sí, el exceso de publicidad y lo mal que gestiones las diferentes cadenas sus contenidos. Caso especial del Grupo Antena 3/Atresmedia y las series extranjeras, junto a, en menor medida, Mediaset. Donde no sólo te hacen que te quedes hasta las tantas para ver sus series sino que además te meten casi una hora de publicidad y además cortan partes de los capítulos. Algo inadmisible, porque acabas antes viendo las series en Netflix o con las descargas alegales (si bien es cierto que es probable que salgan de estas mismas cadenas, con lo cual el tema de los cortes no se solucionan).
Si a esto unimos en que en algunas zonas de España la TDT, su cobertura es un desastre (y sería capaz de ir con un medidor de campo por toda España, para demostrarlo) con muchas zonas de sombra, penumbra y claros de cobertura, unido al famoso efecto de rebote, espejo o fading. Y que sinceramente algunos técnicos no lo deben conocer mucho, para poner según que instalaciones en las zonas de costa. Pués como digo, unido todo esto a lo anterior, no tienes muchas ganas de ver la TV y mucho menos contratar de pago.
Salu2