Lograr que las personas con discapacidad estén en igualdad de oportunidades y con plena integración, también en lo que se refiere a los medios audiovisuales. La CNMC tiene reservado un papel importante en esta misión ya que se encarga de asegurar la accesibilidad para todos de las emisiones audiovisuales, en cumplimiento de la  Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual (LGCA).

camino despejado - accesibilidad
Despejando el acceso. Foto en Pixabay

Os hablamos de ello porque acabamos de publicar un informe con conclusiones y recomendaciones para conseguir la accesibilidad en los medios audiovisuales y analizando cuantitativamente los servicios de accesibilidad en 2018.

Servicios de accesibilidad y cuotas de representación, ¿qué dice la Ley?

La LGCA establece diferentes porcentajes de representación para la promoción de las políticas de integración en el ámbito audiovisual en base a dos criterios: a) el medio que se emplee para posibilitar la accesibilidad del servicio (subtitulado, audiodescripción y lengua de signos); y b) la naturaleza del operador oferente (canales públicos o privados).

Por un lado, los canales de servicio público tienen la obligación de subtitular un mínimo del 90% de su contenido, así como de incluir medidas de audiodescripción y lengua de signos al menos 10 horas a la semana del total de programación emitida.

Por otra parte, los canales privados que emiten en abierto han de subtitular, como mínimo, el 75% de su programación. En cuanto a la audiodescripción y la lengua de signos, dichos canales deben cumplir con la obligación de implementarla en al menos dos horas semanales del total del contenido emitido.

Respecto a los canales de televisión de nueva creación, se establece la posibilidad de un cumplimiento gradual de las obligaciones durante los primeros cuatro años (en el cuarto ya se debe llegar al 75%). En el año 2018, periodo objeto de supervisión de este informe, la mayor parte de los canales analizados debían cumplir con los parámetros máximos exigidos por la LGCA, si bien aún existían siete cadenas que continuaban estando en periodos transitorios de cumplimiento (por ejemplo, Mega, Be Mad, Gol o Ten).

¿Qué pasa con los contenidos online?

En los últimos años, el sector audiovisual ha experimentado una gran transformación fruto de la evolución tecnológica. La expansión y mejora del servicio de Internet de alta velocidad ha permitido la aparición de nuevos agentes en el mercado (operadores OTT) y ha modificado, a su vez, las tendencias de visionado tradicionales (a través de plataformas de vídeo bajo demanda –VOD- o Internet).

En este nuevo entorno, coexisten prestadores de servicios audiovisuales tradicionales, a los que se les exigen determinadas obligaciones en materia de accesibilidad (limitadas a su emisión lineal), con nuevos agentes que, prestando servicios análogos, se encuentran fuera de la regulación y exentos de cualquier tipo de obligación legislativa sobre accesibilidad.

Y es que, ahora mismo, las exigencias de accesibilidad tan solo son aplicables a los canales del servicio lineal de televisión en abierto, es decir, cuando se emiten a través de la TDT o a través de otros sistemas en abierto (por ejemplo, satélite),  y no afectan a la emisión de estos mismos contenidos en la modalidad de pago o a su comercialización a través de catálogos en la modalidad de vídeo bajo demanda.

Es decir, si estos mismos contenidos se ven a través de las páginas web (contenidos online) de los referidos operadores, o a través de plataformas de pago, queda a voluntad de estos últimos la inclusión o no de los servicios de accesibilidad.

La CNMC ha manifestado en varias ocasiones la necesidad de revisar y extender los agentes sujetos a las obligaciones en materia de accesibilidad al conjunto de operadores que integran el mercado audiovisual actual, con el objetivo de que la ausencia de legalidad no sirva como excusa para caer en conductas discriminatorias hacia determinados colectivos.

Subtitulado, audiodescripción y lengua de signos: las cifras de 2018

Subtitulado:

El servicio de subtitulado se inserta en la señal de la televisión, a decisión del prestador, a través de dos tipos de tecnologías:

  •    Teletexto. Los subtítulos son insertados por el prestador de servicio en la señal de video siendo el equipo receptor (televisión digital o receptor TDT) el que los extrae y los presenta en la pantalla cuando es activado por el espectador.
  •     DVB-Sub (Digital Video Broadcasting). El prestador de servicios configura los subtítulos como secuencias de imágenes y los transmite junto con la señal de vídeo y audio del programa. La función del receptor consiste únicamente en generar estas imágenes y superponerlas en el momento de la emisión. A través de esta tecnología se proporcionan mayores facilidades y una mayor calidad gráfica (más colores, tipografías y formatos de texto).
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Tecnologías utilizadas por los operadores para prestar el servicio de subtitulado

En 2018 se subtitularon un total de 164.143 horas, en torno al 86% del total de la programación emitida, con un incremento del 7% respecto al año 2017.

En cuanto a los géneros en los que se inserta la programación subtitulada, la ficción continuó siendo el género con mayor nivel de subtitulación, superando el 40% del total de horas, seguido del entretenimiento con casi un 26%.

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  • Audiodescripción:

Durante 2018 se audiodescribieron 9.161 horas, lo que supone un incremento superior al 13% respecto al 2017, año en el que se audiodescribieron cerca de 7.900 horas.

En 2018 toda la audiodescripción se insertó en programas en diferido. Cabe suponer que la falta de audiodescripción en directo se debe al mayor grado de complejidad técnica que representa y, por lo tanto, al mayor coste que deberían asumir los operadores.

La distribución por géneros de la programación audiodescrita mantiene un comportamiento similar al de los últimos años, siendo los géneros de ficción y entretenimiento los que más horas audiodescritas presentan (más del 78%).

  • Lengua de signos:

La lengua de signos es, con diferencia, el servicio de accesibilidad que menor penetración ha registrado en la programación emitida por los prestadores de servicios de comunicación audiovisual aunque aumentó de manera significativa, consolidándose con ello la tendencia positiva que se viene observando en los últimos ejercicios. Así, durante el ejercicio 2018, la lengua de signos se incluyó en unas 4.600 horas de programación.

En cuanto a tipos de programa, el entretenimiento, con más del 43% del total de contenidos, sigue predominando sobre el resto. Sin embargo, respecto al ejercicio anterior, se advierte un relevante ascenso de horas en informativos ( 335 a 804 horas). Del total de horas signadas en 2018, un total de 1.038 horas correspondieron a programas en directo, lo que supone un 22,6% del total. La mayor parte de ellas correspondieron a la traducción en lengua de signos de los programas informativos.

El dato más negativo se refleja en materia de horarios ya que el 82% de los programas signados fueron emitidos entre las 12 y las 9 de la mañana. Por lo tanto, pese a las recomendaciones de mejora que ha venido efectuando la CNMC en sus distintos informes, este dato no ha mejorado.

El informe completo está aquí.

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