La verdad es que llevábamos tiempo dando vueltas a esta idea y por fin ha visto la luz. Acabamos de publicar la guía “Los beneficios de la competencia para los consumidores: preguntas y respuestas”. En ella respondemos a una serie de preguntas frecuentes para explicar por qué es necesario que exista la competencia entre las empresas que ofrecen sus productos y servicios. La competencia ayuda a que los mercados funcionen y beneficia a los consumidores.
“Guía sobre los beneficios de la competencia para los consumidores: preguntas y respuestas”.
La Guía se apoya, además, en infografías y vídeos didácticos que están “colgados” en YouTube y en la web
Os dejamos 5 preguntas para que os animéis a descubrir nuestra Guía.
1. ¿Qué es la competencia y por qué nos beneficia a todos?
La competencia es una forma de organizar nuestros mercados: hay competencia cuando los consumidores pueden comparar y elegir entre las ofertas de varias o muchas empresas. Para el consumidor, esto se traduce en que las empresas tendrán que esforzarse si quieren que elijamos su producto frente al de sus rivales.
Existen distintas posibilidades para que las empresas compitan por atraer consumidores: bajar el precio, ofrecer un mejor servicio, un producto novedoso o mejorar su calidad. Todo ello, como es lógico, redunda en beneficio del consumidor. Estas dinámicas, tal como explicamos en la guía, favorecen especialmente a los usuarios más vulnerables.
Además, la competencia tiene beneficios más profundos sobre la economía: permite que las empresas compitan en igualdad de condiciones, sin privilegios injustificados, y también mejora la competitividad, la innovación, la calidad de los servicios públicos y nuestra capacidad de crear empleo.
2. ¿Por qué hay algunas empresas que prefieren que no haya competencia? ¿Qué hacen ese tipo de empresas?
A algunas empresas les preocupa que surjan competidores que ofrezcan precios más baratos, productos novedosos o de más calidad. Por eso, en algunos casos, recurren a estrategias fraudulentas para evitar competir con esas nuevas empresas. Por ejemplo, compañías asentadas en el mercado pueden preferir mantener su “statu quo” y “compincharse” con otras para pactar subidas de precios, dejar de invertir o, simplemente, para no lanzar nuevos productos ni mejorar la calidad.
Estas conductas están prohibidas por la Ley de Defensa de la Competencia, y pueden dar lugar a multas de hasta el 10% de los ingresos de la empresa, además de otras sanciones.
3. ¿La CNMC juega algún papel para evitar estas situaciones?
La CNMC es la Autoridad Nacional de Competencia en España y, entre otros objetivos, tiene la misión de perseguir a los que infringen las normas de competencia. Las autoridades de competencia (ver apartado 4 de la Guía) tienen la potestad de perseguir y sancionar a las empresas que cometen conductas perjudiciales para la competencia.
Las principales herramientas de la CNMC son: la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia y, al igual que los otros Estados miembros de la Unión Europea, el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
Solo con nuestra actividad sancionadora hemos ahorrado a los consumidores españoles ¡más de 1.100 millones de euros entre 2011 y 2019!
4. ¿Algún caso real de empresas que hayan infringido las normas de competencia?
En la Guía hemos sintetizado varios. Leyéndolos se entiende muy bien cómo actúan las empresas que cometen estas infracciones; por ejemplo, hablamos del “cártel de los sobres”, del caso de la SGAE y su abuso de posición de dominio en la gestión derechos de autor de conciertos, y de otros tantos.
5. ¿Defender la competencia significa abogar por que no haya regulación? ¿Cuándo y cómo se debe «regular»?
En absoluto; no se trata de eso. Al contrario, defender la competencia significa defender una regulación que esté bien hecha. La regulación es particularmente importante en algunos sectores en los que existen fallos de mercado o cuando hay razones imperiosas de interés general. En esos casos, la intervención de los poderes públicos está justificada, aunque restrinja la competencia, pero siempre deberá ser una intervención bien diseñada, lo que implica que tiene que ser necesaria, proporcional y no discriminatoria. De hecho, aludimos a casos prácticos en los que gracias a la regulación los mercados han pasado a desarrollarse en un régimen de competencia (telecos, ferroviario, etc).
Muchas más preguntas y respuestas
Puedes descargarte la guía aquí: Acceso a la “Guía de Competencia para Consumidores” y ver los vídeos que incluye a través de nuestro canal de YouTube.
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Colaboración ciudadana y CNMC
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Buenos días, todo lo que ustedes describen en este artículo o escrito es lo que el taxi de toda la vida viene haciendo desde hace muchos años, competir, si competir con el compañero de al lado, porque el taxista tiene en su ADN el ser competidores, o quizás no se dieron ustedes cuenta que aunque el taxista tiene una tarifa Máxima que le regulan el cobro siempre ha existido la competencia de que el cliente puede preguntar cuánto le cobran por un servicio y de seguro que sin pasarse del Máximo permitido obtendrá varios precios y además un sin fin de modelos de coches y de taxistas, no hay necesidad de empobrecer a un sector cuando encima al que le están dando vía libre como competidor en el mercado hace lo que le viene en gana a nivel fiscal y laboral y teniendo unas leyes que dejan mucho que desear para no hacer daño al consumidor, al contrario que el Taxi que está regulado en todo que ni tan siquiera puede elegir un vehículo con las plazas que vea oportuna el taxista para ejercer su profesión, cuando a una empresa se le da vía libre saltándose todas las reglas y leyes del mercado y a otras lo único que hacen es intentar de desfavorecerlo en todo creo que eso no es competencia, eso es todo lo contrario y lo único que queda es luchar a contra corriente como siempre lo ha echo el Taxi en toda su historia, sin ayuda de ninguna administración y con muchas trabas para seguir creciendo.