La necesidad de contar con una conexión a Internet en todo momento es cada vez mayor. Y, sin duda, uno de los lugares donde pasamos más horas, ya sea en atascos, en vacaciones o por motivos de trabajo es el coche. Así que la ecuación es sencilla y la respuesta pasa por el coche conectado, que ya es una realidad a la espera de ver qué pasará con el coche autónomo.
La conexión a internet en el coche promete transformar la experiencia del viaje, añadiendo opciones de entretenimiento, comunicaciones (tráfico en tiempo real, meteorología o atascos) o seguridad.
Mientras que es evidente que disponer de más servicios en el coche conectado aportará beneficios a los conductores, también es cierto que se abren muchos interrogantes sobre el conocimiento y el control que estos tendrán sobre los datos que generarán. Así, por ejemplo, empresas automovilísticas como Peugeot y Citroën ya están inscritas en la CNMC para prestar servicios de telecomunicaciones en España. En cambio, otros fabricantes de automóviles abogan por alianzas estratégicas con operadoras de telecomunicaciones.
Precisamente, la CNMC acaba de contestar una consulta de la empresa T-Systems para clarificar la naturaleza de su servicio de acceso inalámbrico a Internet prestado en el interior de los coches. En concreto, T-Systems comercializará a sus clientes un servicio de transmisión de datos en el interior del coche de sus abonados.
Conectividad, una prioridad para la CE
El comisario europeo de Sociedad Digital, Günther Oettinger, ha destacado en diferentes ocasiones que “la conectividad hoy en día es crucial” incluso para los coches. Juntas, la conectividad y las mejoras en movilidad, harán que los coches “conectados” estén más automatizados y se abrirán grandes oportunidades de negocio en torno a la industria.
La Comisión Europea apunta que la seguridad, la privacidad, un marco legal unitario y la interoperabilidad serán los desafíos más importantes que traerán los coches conectados.
La CNMC, a través del grupo de reguladores europeos de telecos, el BEREC, está analizando las implicaciones regulatorias de estas innovaciones tecnológicas.
Los coches conectados y el 5G, un futuro no tan lejano
El vehículo conectado amenaza con convertirse pronto en la segunda pantalla, por detrás de los smartphones. Las estadísticas dicen que en 2020, el 75% de los coches comercializados serán coches conectados.
El 5G promete revolucionar aún más la conectividad en los coches. Precisamente, hace unos días, Ericsson, Orange y PSA Group firmaron un acuerdo de colaboración para desarrollar un proyecto piloto de tecnología 5G, el “Towards 5G”, para aplicaciones de automoción. Se pretende aprovechar la evolución de la tecnología 4G a la 5G para hacer frente a los requerimientos del coche conectado, la mejora de la seguridad vial y los nuevos servicios a bordo preinstalados en los vehículos.
Además, estos días en la feria tecnológica CES 2017 celebrada en Las Vegas las principales firmas de automoción han presentado las últimas novedades en cuanto a coches inteligentes, conectados, eléctricos y autónomos.
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