Pocos saben que muchas veces cuando llenamos el depósito de nuestro coche (gasolina o diésel), un porcentaje de ese combustible contiene  biocarburantes.

Aprovechando. Foto tomada de Flickr, cortesía de Kansas Poetry (Patrick)

Aprovechando hasta la última gota. Foto tomada de Flickr, cortesía de Kansas Poetry (Patrick)

Pero, ¿qué son en realidad los biocarburantes? ¿ A partir de que materias se obtienen? En el post de hoy trataremos de explicar qué son los biocarburantes, sus tipologías y os daremos algunos datos de este mercado a partir de las estadísticas que maneja la CNMC.

Podemos decir que los biocarburantes  son un tipo de combustibles líquidos o gaseosos para transporte obtenidos a partir de la biomasa (o fracción biodegradable de los productos, desechos y residuos procedentes de la agricultura, de la silvicultura y de las industrias conexas o de los residuos industriales y municipales).

En esta definición cabe una amplia gama de carburantes alternativos como el biodiésel, el bioetanol, el biogás, el biohidrógeno, el bioMTBE, el bioDME, los biocarburantes sintéticos o los aceites vegetales puros. Sin embargo, con gran diferencia, los biocarburantes de consumo más extendido son el biodiésel y el bioetanol.

El biodiesel

El biodiésel es un biocarburante producido a partir de aceites vegetales, animales o aceites de fritura usados. Se trata de ésteres de los ácidos grasos de cadena larga obtenidos por reacción de transesterificación con un alcohol (normalmente metanol, pero también etanol). Debido a que los ésteres de los aceites poseen características físico-químicas similares a las de los gasóleos, se pueden mezclar en distintas proporciones con el gasóleo convencional y utilizarlos en los vehículos diésel sin necesidad de introducir modificaciones importantes en los motores.

El bioetanol

El bioetanol es el etanol (alcohol etílico) que se obtiene por fermentación de productos de origen vegetal ricos en azúcares o almidones. El bioetanol se puede usar como carburante mezclado en distintos porcentajes con gasolina, o bien emplearse para la formulación de gasolinas, en forma de ETBE (etil terc-butil éter). El ETBE es un aditivo oxigenado de elevado índice de octano que se añade a las gasolinas como mejorante.

Biocarburantes en el depósito de gasolina

Cuando el consumidor reposta en una gasolinera un carburante sin etiquetar, en realidad está repostando gasolina 95 con un contenido máximo del 5% de bioetanol, (cuando la gasolina no supera un contenido del 2,7% en masa de oxígeno) o del 10% de bioetanol (cuando la gasolina tiene un contenido máximo del 3,7% en masa de oxígeno). En el caso de repostar gasóleo, éste tiene un contenido máximo en biodiésel del 7%.

Los carburantes sin etiquetar se pueden utilizar en los vehículos sin realizar modificaciones, por lo que se venden en las estaciones de servicio sin identificación de su contenido en biocarburantes  y tienen un contenido máximo establecido por Directiva Europea, la normativa española y las especificaciones correspondientes. Por encima de este umbral, es necesario que se indique el contenido en biocarburantes del carburante comercializado.

Ventajas e inconvenientes

Los biocarburantes presentan ventajas medioambientales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los carburantes convencionales y contribuyen a la seguridad de suministro y a la reducción de la dependencia energética de los combustibles fósiles.

Para evitar los posibles impactos negativos de los biocarburantes, la Directiva 2009/28/CE sobre energías renovables establece unos criterios de sostenibilidad de los biocarburantes. Así, para que puedan computar para los objetivos se exige que con éstos se alcance una determinada reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, no se produzcan a partir de materias primas procedentes de tierras de elevado valor en cuanto a diversidad ni de tierras con elevadas reservas de carbono.

El Real Decreto 1597/2011 transpuso dichos criterios de sostenibilidad al ordenamiento jurídico español. La Ley 11/2013 estableció un periodo de carencia que aplica actualmente, en el que los sujetos obligados deben remitir a la CNMC determinada información sobre las características de sostenibilidad (tipo de biocarburante, tipo de materia prima, país de fabricación del biocarburante y país de origen de la materia prima) y dicha información debe ser veraz.

La CNMC y los biocarburantes

Actualmente, la CNMC es la Entidad de Certificación de Biocarburantes, encargada de la supervisión y el control de la obligación de biocarburantes que se explica a continuación. La CNMC realiza este control a través de la expedición de certificados de biocarburantes y de la gestión del mecanismo de certificación.
La Ley 11/2013 establece, para los ejercicios 2013 y siguientes, varios objetivos de biocarburantes. El objetivo global se fija en 4,1% sobre las ventas o consumos de carburantes;  el objetivo individual de biocarburante en gasolina es de 3,9% sobre las ventas de las gasolinas de automoción; y, el objetivo individual de biocarburante en diésel es de 4,1%sobre las ventas de los gasóleos de automoción.
Desde que está en vigor la obligación, se han cumplido prácticamente tanto los objetivos sectoriales globales de biocarburantes como los individuales.
La CNMC cuenta además con una herramienta de trabajo que proporciona información sobre las ventas, consumo, producción, certificación y sostenibilidad de los biocarburantes en España, así como las principales cotizaciones de referencia. Puede consultarse en el siguiente enlace.

Biocarburantes avanzados

En estas diapositivas sobre Biocarburantes Avanzados publicadas por la CNMC podéis ver los procesos tecnológicos a partir de los que se obtienen los biocarburantes avanzados. Estos pueden ser mediante tecnologías bioquímicas, termoquímicas, químicas, entre otras.
Bajo el paraguas de biocarburantes avanzados se incluyen aquellos que están evolucionando hacia la plena implantación de la fase comercial, tras su paso por las etapas de investigación, desarrollo piloto o demostración. Esto contrasta con los biocarburantes convencionales, que se obtienen mediante la aplicación de tecnologías bien establecidas con las que se producen habitualmente biocarburantes a escala comercial.
Los biocarburantes avanzados se tienden a producir a partir de materias primas residuales o que no compiten con los usos alimentarios.  Se puede decir que son todos aquellos que no están clasificados como biocarburantes de primera generación (de los que os hemos hablado previamente).

Según los datos estadísticos que ha publicado la CNMC, en 2013 la tecnología más implantada en Europa, USA y Canadá fue la química y en concreto para la fabricación de hidrobiodiesel, seguida de la bioquímica. Actualmente en Europa se está tramitando el establecimiento de los objetivos para biocarburantes avanzados. En 2016 se prevé que además de estas tecnologías la termoquímica y la bioquímica se desarrollen considerablemente.

En estos gráficos tenéis la evolución de las capacidades por plantas de biocarburantes avanzados, incluyendo el hidrobiodiesel (2013).

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Capacidades por plantas de biocarburantes avanzados (2013). Fuente, CNMC

 

Por otra parte, si nos fijamos en las participaciones accionariales, incluyendo las plantas de hidrobiodiesel (HVO) se prevé que en 2016 tanto compañías petroleras/energéticas, renovables y financieras, entre otras, presenten un porcentaje de participación relevante en plantas de biocarburantes avanzados.

Os detallamos las previsiones de reparto globales hasta 2016 en el siguiente gráfico.

El resto de cuotas y otros detalles  lo podéis consultar aquí

 

Previsiones de participaciones accionariales en plantas de biocarburantes avanzados (2016). Fuente, CNMC

Previsiones de participaciones accionariales en plantas de biocarburantes avanzados (2016). Fuente, CNMC

 

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