Como sabéis, la CNMC tiene competencias de regulación y supervisión en diversos ámbitos estratégicos de nuestra economía (sector eléctrico, gasístico, transporte, postal, telecomunicaciones…). Entre sus prerrogativas, recogidas en el capítulo III de la Ley 3/2013, se contempla también la supervisión y control del “correcto funcionamiento del mercado de comunicación audiovisual” (art.9). Un campo, el audiovisual, que ha adquirido una notable relevancia hoy día, por su impacto creciente en la transformación del modelo de conocimiento y en las distintas actividades de nuestra economía, formas de comunicarnos y modos de consumo.
En el marco de esas obligaciones de control de la actividad de la industria audiovisual, la CNMC debe velar por el cumplimiento de los derechos del menor y de las personas con discapacidad, en virtud de lo establecido en los artículos 7 y 8 de la Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual (LGCA).
*** Escrito por Alberto Cuena Vilches
La accesibilidad universal a los servicios de comunicación audiovisual es un derecho indispensable para que las personas con diversidad funcional puedan acceder a esos contenidos en igualdad de condiciones y se promueva así su integración en la sociedad.
En materia de accesibilidad, la entrada en vigor de la LGCA supuso un hito fundamental en la apertura de la televisión a las personas con discapacidad, ya que fomentaba la normalización de la presencia de este colectivo a través de una serie de parámetros cuantitativos y de orientaciones para el tratamiento de su imagen en los contenidos. Por ese motivo, desde hace unos años, la CNMC ha venido supervisando el cumplimiento de esas obligaciones a través de un informe anual. Pues bien, os presentamos algunas de las conclusiones del estudio de la actividad de la industria en 2017:
Sube el subtitulado y la lengua de signos; bajan los niveles de audiodescripción
En 2017, el volumen de subtitulado experimentó un incremento generalizado en la mayor parte de las cadenas. De hecho, del total de los 26 canales analizados durante este período, únicamente dos, Discovery Max y 13TV, no respetaron los mínimos legales establecidos, en contraste con los seis canales que incumplieron en 2016.
Por su parte, en lo relativo a los servicios de lengua de signos, se debe apuntar un considerable aumento del número de horas asignadas en comparación con el año 2016. En concreto, en 2017 se alcanzaron más de 3.600 asignadas, lo que supuso un incremento del 20% respecto al año anterior, en el que se asignaron alrededor de 3.000. De hecho, por primera vez desde que la CNMC inició su labor de supervisión, todas las cadenas privadas que emiten en abierto y con cobertura estatal cumplieron con los mínimos exigidos.
Los datos recopilados sobre los servicios de audiodescripción en 2017 reflejan, en cambio, un descenso sustancial en comparación con las horas audioescritas en 2016. En concreto, las más de 8.500 horas registradas en 2016 se redujeron a cerca de 7.900 en 2017.
La ficción y los contenidos culturales, los más accesibles
Desde el punto de vista del contenido, el género de ficción y los programas de entretenimiento capitalizaron el mayor número de horas de contenido accesible, con independencia del servicio elegido por cada operador (subtitulado, audiodescripción o lengua de signos), seguidos con amplia distancia por los programas culturales y deportivos.
En la siguiente relación de gráficos, podemos observar cómo se repartieron las distintas cuotas de representación en función del servicio empleado para cada uno de los géneros:
La madrugada, franja líder en accesibilidad
En 2017, el subtitulado se distribuyó de forma más o menos equilibrada por todas las franjas horarias, destacando la mañana y la madrugada, seguido de cerca por la sobremesa y el prime-time. En cuanto a la audiodescripción, el total de programas que ofrecieron este servicio entre la medianoche y las nueve de la mañana superaron el 57%. Por último, en lo relativo a los servicios de lengua de signos, al igual que sucedía en el caso de la audiodescripción, el dato más negativo lo encontramos en materia de horarios, ya que el 82% de los programas signados fueron emitidos entre las dos y las nueve de la mañana.
Así las cosas, llama la atención que los operadores concentren “los servicios de inclusión” en los horarios de menor audiencia, cumpliendo con el mínimo legal y minimizando el impacto social real. Por ese motivo, la CNMC ha instado y persigue con vehemencia la corrección de esta conducta para que los operadores opten por promover la inserción de este tipo de contenidos en todo tipo de franjas.
En un próximo post, os hablaremos sobre la conducta de cada uno de los operadores audiovisuales (públicos, privados y plataformas de pago) en materia de accesibilidad. Estad atentos…
[…] ya os contamos en el post que publicamos hace algunos días, la CNMC, en el marco de sus competencias, debe velar por el […]