El tráfico total de viajeros en España descendió durante el año 2016 hasta los 198 millones de tren.km, un 1,1% menos que el año anterior, mientras el tráfico sobre las líneas de AVE ha aumentado un 1,1%, según el informe sobre la Declaración sobre la Red 2016 de ADIF y ADIF Alta Velocidad que la CNMC acaba de publicar.
Hablemos de las vías
En España tenemos tres tipos de vías: Ancho convencional (1668 mm), la más extensa, es el tipo de vía tradicional de la Península; el Ancho UIC (1435 mm) se utiliza principalmente para la alta velocidad (AVE) y algunas líneas metropolitanas, y el Ancho Métrico (1.000 mm), que comunica el norte de España y bordea el Mar Cantábrico.
El tráfico de las infraestructuras de ancho UIC sí que se incrementó en un 1,5%, una variación que tiene mucho que ver con los servicios de alta velocidad, mientras que tanto la Red de ancho convencional (-1,6%) como la Red de ancho métrico (-6,2%) han sufrido un descenso.
Eso sí, la mayor parte del tráfico ferroviario en España utiliza la red de ancho convencional que tiene más de 114 millones de kilómetros por tren, aunque la red de ancho UIC tiene también unas cifras importantes que se acercan a los 47 millones de kilómetros por tren. Entre ambos generan el 80% del tráfico total de viajeros.
Kilómetro por tren o tren.km (también se puede expresar como km.tren) es una unidad de producción que expresa el resultado de la suma de los recorridos realizados por cada uno de los trenes que integra una línea.
Muchos viajeros pero pocas mercancías
Más del 80% del tráfico ferroviario en España es de viajeros, relegando este transporte a las mercancías solo en un 13%. En el caso de las mercancías el ancho convencional es también el tipo de vía más utilizado con más de más de 26 millones de tren.km, de los cuales casi 18 millones son realizados por Renfe Mercancías, mientras los operadores alternativos realizan 8 millones. El tráfico de mercancías en ancho UIC es prácticamente residual.
Pincha aquí para ver la nota de prensa, y aquí para ver el acuerdo STP/DTSP/001/17
A bote pronto pudiéramos pensar que algo no se está haciendo bien en cuanto al gestor o gestores del tráfico ferroviario se refiere:
Los viajes en tren convencional, pongamos el ejemplo del Madrid-Soria, no son baratos, ni cómodos, ni rápidos, ni fiables.
El transporte de mercancias por ferrocarril ni se promociona, ni publicita, ni se favorece, ni se potencia cuando no se obstaculiza.
Kilométricas colas de camiones consumiendo gasoil, ocupando asfalto (y generando muchos puestos de trabajo -también es verdad-) colapsan las carreteras y contaminan notablemente sin que, aparentemente, desde el Gobierno, el director de esta empresa que llamamos País, se ocupe de vertebrar territorios o gestionar en aras del Bien Común.
¿Cuál es el verdadero problema, o problemas?