Dar el servicio universal cuesta en España menos de un euro por persona. Ese coste lo calcula cada año la CNMC y lo asumen entre 4 operadores: Telefónica, Telefónica Móviles, Vodafone y Orange. Pero no en todos los países funciona igual. De hecho, sólo en otros 2 países europeos varias empresas se reparten el coste del servicio universal. Son Francia y Portugal.

Servicio universal

Foto cortesía de Ricardo Ricote Rodríguez

¿Cuánto cuesta el servicio universal?

Cada año, la CNMC audita el coste que implica para Telefónica prestar el servicio universal. Este coste ha ido cayendo con los años. Desde más de 200 millones de euros en el año 2000 hasta los 21 millones de euros de 2012.

Evolución del coste nacional del servicio universal en España

Evolución del coste nacional del servicio universal en España. Fuente: CNMC

La partida más grande del servicio universal es la obligación de desplegar su red en zonas no rentables. En 2012, esta partida alcanzó los 22 millones de euros.
Aunque Telefónica también consigue beneficios por prestar el servicio universal. La empresa logra que su marca esté presente en todo el país y se beneficia de ese reconocimiento y ubicuidad. Además, el tener cabinas repartidas por todo el territorio le permite poner publicidad en ellas (de su propia empresa o de otras).
Estos beneficios también se cuantifican y se restan del coste total del servicio universal. Por ejemplo para 2012, los beneficios no monetarios sumaron casi 12 millones de euros. Podéis consultar todos estos cálculos en estas dos resoluciones de la CNMC (1 y 2).
Así, el coste de prestar el servicio universal en España ha pasado de los 2,68 euros por persona en 2002 a 0,45 euros en 2012.
Las cifras actuales españolas están lejos de los 4 euros por persona que cuesta el servicio universal Bélgica o de los 5 euros per cápita de Grecia. En el otro extremo del ranking estarían el Reino Unido o Polonia, con un coste cercano a cero euros.

¿Quién financia el servicio universal?

En Europa, que el regulador calcule el coste del servicio universal no es habitual. Además de España, sólo media docena de países evalúan cada año este coste.
Más extraño es, por tanto, que la financiación del servicio universal se reparta entre varias empresas. Lo más habitual en Europa es que el operador que presta el servicio universal asuma el coste en solitario. En Letonia y Eslovaquia es el Estado quien financia el servicio universal.
Algo distinto es el funcionamiento en EEUU. Allí, cuatro programas forman parte del servicio universal: High Cost Program (subsidios para zonas rurales), Lifeline Program (subsidios para determinados clientes), Rural Health Care Program (descuentos para determinados proveedores de asistencia médica) y Schools and Libraries Program (descuentos para escuelas y bibliotecas). Los fondos para estos programas los aportan las operadoras de telecos, que deben destinar un porcentaje de sus ingresos a financiar el servicio universal.

¿Qué incluye el servicio universal en España?

El servicio universal está recogido en la Ley General de Telecomunicaciones. Garantiza que todos los ciudadanos tengan acceso a servicios de telecos «con independencia de su localización geográfica, con una calidad determinada y a un precio asequible». Esto implica llevar la red de telecomunicaciones a cualquier punto del país, incluidas las zonas no rentables.  Y además: cabinas telefónicas, guías de teléfonos y servicios adaptados para personas con discapacidad.
Desde 2012, el servicio universal incluye también el acceso de banda ancha. El Gobierno estableció en qué condiciones:

  • 1 mega de bajada
  • descargas limitadas a 5 GB
  • sin llamadas de telefonía fija
  • 24,08 euros al mes si el usuario ya cuenta con una línea telefónica o 36,18 euros con la línea.

Telefónica es la encargada de prestar todos los servicios incluidos en el servicio universal. Desde 2012, las cabinas las gestiona una filial de Telefónica: TTP.

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