La salud es lo primero. Por eso, es clave contar con un Sistema Nacional de Salud (SNS) sostenible y de gran calidad. En la CNMC analizamos en 2022 cómo mejorar la distribución de medicamentos en España (estudio y nota de prensa). Nuestro objetivo: que los pacientes, el Sistema Nacional de Salud (SNS) y toda la sociedad se beneficien de un sistema más competitivo.
Ahora, con el Anteproyecto de Ley de los Medicamentos y Productos Sanitarios sobre la mesa, muchas de esas propuestas cobran aún más relevancia. Te lo contamos.

Un sector vital
La distribución y comercialización de medicamentos es una actividad altamente regulada, y con razón: está en juego la seguridad, la calidad, la eficacia y el acceso a los tratamientos. Pero esta regulación debe diseñarse de forma que no solo cumpla esos objetivos, sino que también permita un funcionamiento eficiente del sistema, para reforzar la calidad y sostenibilidad del SNS.
Nuestro estudio señalaba que hay margen de mejora en varios frentes. Por ejemplo:
- Medicamentos innovadores (con patente): hay espacio para reforzar la evaluación económica y así conseguir precios más eficientes.
- Medicamentos en competencia (ya sin patente): se puede fomentar aún más la competencia para generar ahorros tanto para los pacientes como para el sistema.
- Retribución de mayoristas y minoristas: también se puede revisar para hacerla más eficiente y centrada en el paciente.
Las recetas de la CNMC
A partir de este diagnóstico, la CNMC prescribió 11 recomendaciones (aquí te las explicamos brevemente, ¡en el estudio están completas!):
Medicamentos innovadores (con patente): evaluación más robusta
1. Refuerzo de los Informes de Posicionamiento Terapéutico (IPTs): mejorar estos informes, esenciales para valorar medicamentos innovadores, puede ayudar a potenciar su papel como referencia completa y transparente para las decisiones sobre financiación y precios de medicamentos innovadores.
2. Evaluación continua terapéutica y económica: evaluar regularmente la efectividad terapéutica de los medicamentos financiados podría facilitar las decisiones sobre el ajuste de la financiación o precios.
Más competencia para los medicamentos sin patente
3. Reforma del Sistema de Precios de Referencia (SPR): el SPR determina los precios de los medicamentos. Flexibilizarlo podría ayudar a fomentar la competencia en precios y la entrada de nuevos operadores, facilitando ahorros para pacientes y para el SNS.
4. Prescripción y dispensación que fomenten la competencia: apostar por la prescripción por principio activo, y permitir que el farmacéutico proponga varias alternativas (en vez de obligar siempre al más barato) puede romper incentivos a la alineación de precios y dar más opciones al paciente.
5. Conjuntos de referencia del SPR procompetitivos: es aconsejable ampliar los conjuntos de referencia en lo posible para fomentar la competencia.
6. Posicionamiento formal sobre la intercambiabilidad de biológicos y biosimilares cuando exista evidencia clínica favorable.
7. Campañas de información y educación sanitaria: la información objetiva y transparente ayuda a eliminar dudas y sesgos en la prescripción y el consumo.
Retribución más eficiente y enfocada al paciente
8. Reforma del sistema de márgenes de distribución: se propone que los márgenes mayoristas se basen, al menos parcialmente, en los servicios de distribución prestados, considerando aspectos logísticos o de seguridad. Para los minoristas, se sugiere un sistema que tenga más orientación al paciente y a los servicios que se le ofrecen, y no únicamente al precio, y que combine tarifas fijas con retribuciones por servicios definidos por el SNS.
9. Introducción de un sistema de retorno (clawback): se recomienda establecer un mecanismo que permita al SNS recuperar una parte de los descuentos que ofrecen los distribuidores y oficinas de farmacia en el canal de distribución. De esta manera, una parte del ahorro generado por estos descuentos se trasladaría al SNS.
10. Revisión del sistema de precios notificados: este sistema genera una asimetría entre medicamentos desfinanciados y sus competidores que nunca fueron financiados por el SNS.
11. Revisión de la normativa sobre integración vertical entre el canal de distribución mayorista y minorista: introduce restricciones que solo afectan a una parte de los operadores.
Estas son nuestras recetas para reforzar una competencia saludable en el mercado de medicamentos. Si se aplican, contribuirán a mantener un SNS de alta calidad, más sostenible y centrado en lo que importa: los pacientes.
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