2020 es el año de la nueva revisión de los mercados de banda ancha residencial. En esta revisión analizamos cómo ha evolucionado el mercado en cuanto a despliegues y cómo compiten los operadores entre sí para adaptar la regulación. La consulta pública ya está on air: se trata de una propuesta inicial completa de la nueva regulación de estos mercados y a la que todos los agentes del mercado podrán presentar sus alegaciones. Te contamos cómo proponemos que quede el mapa:

Fuente: CNMC

Somos conscientes que la terminología de “mercado” puede resultar algo confusa para los que no estáis habituados a la jerga reguladora. Así que vamos a intentar explicarlo bien:

¿En qué consiste un análisis de mercado?

Las autoridades nacionales de regulación (ANR) europeas, como la CNMC, deben analizar periódicamente los distintos mercados que forman parte del sector de las telecomunicaciones para comprobar si se desarrollan en un entorno de competencia y, en el caso de que no sea así, imponer remedios que solucionen estas distorsiones.

Para ello, un elemento determinante es comprobar si hay algún operador con poder significativo de mercado (PSM) y, si fuera necesario, imponerle obligaciones proporcionadas para corregir los fallos de mercado y fomentar el nivel de competencia entre las distintas empresas que están presentes en ese mercado. Es un concepto que también conocemos como regulación “ex ante”.

El objetivo último que inspira esta regulación es garantizar a los usuarios el acceso a los servicios de comunicaciones electrónicas en condiciones adecuadas de elección, precio y calidad.

Las anteriores directivas de la Comisión Europea establecían que las revisiones de los mercados debían realizarse en un plazo de tres años, contados desde la adopción de una medida anterior relativa a ese mercado, con la posibilidad de aplicar una prórroga de tres años adicionales. El nuevo Código Europeo de comunicaciones electrónicas establece un plazo de cinco años entre revisiones, con posibilidad de aplicar una prórroga de 1 año adicional.

El proceso de revisión de los mercados es un trabajo de elevada complejidad técnica y tiene tres fases: 1) consulta pública a los operadores, 2) una vez analizadas las alegaciones de los operadores, notificación a la Comisión Europea, al BEREC y al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital para que analicen el proyecto y efectúen sus observaciones y 3) aprobación definitiva de la medida por parte del Consejo de la CNMC.

¿Qué propone la CNMC en esta revisión?

Si recordáis en la regulación de la fibra de Telefónica que aprobamos en 2016, la CNMC dividió el mercado 3 en dos zonas: la competitiva, formada por los 66 municipios definidos en la y la no competitiva, formada por el resto de España.

En estos últimos años, los operadores han continuado con el intenso despliegue de redes NGA y, en concreto, de redes de fibra hasta el hogar (redes FTTH) iniciado en 2013. Además, han firmado nuevos acuerdos mayoristas comerciales y actualizado los ya existentes. Fruto de este gran esfuerzo inversor, que han acometido los operadores sujetos a la regulación aprobada por la CNMC, España se sitúa como uno de los países con mayor nivel de cobertura y penetración de las redes FTTH en el entorno europeo.

Y como las cosas han cambiado mucho desde entonces, en 2020, la CNMC propone una zona competitiva, formada por 592 municipios, mientras que el resto formarían parte de la zona no competitiva.

Por cierto, si te apetece consultar en qué zona está tu municipio, aquí tienes el excel con el listado.

La zona competitiva se caracteriza por una elevada competencia en infraestructuras basada en redes de nueva generación (NGA). En cada uno estos 592 municipios, la cuota de Telefónica en el mercado minorista de banda ancha es inferior al 50% y existen, al menos, tres redes NGA con una cobertura mínima del 20%.

En esta zona competitiva, la CNMC plantea no imponer obligaciones de acceso mayorista a su red de fibra, pero en todo caso mantener a Telefónica las obligaciones de acceso a la infraestructura de obra civil así como las obligaciones de acceso desagregado al par de cobre. El acceso a la infraestructura civil permite a los operadores alternativos hacer uso de los conductos y postes de la red de Telefónica y así poder desplegar sus redes de fibra óptica desde las centrales cabecera de Telefónica hasta los domicilios de los usuarios finales. Esta medida regulatoria es fundamental para el despliegue de las redes de fibra de los operadores alternativos. El acceso desagregado al par de cobre, por su parte, es un acceso físico mayorista a la red de acceso tradicional de cobre, que se presta a nivel de la central local.

En el resto del territorio (7.539 municipios), la CNMC propone, además de los servicios anteriores, la imposición a Telefónica de prestar los servicios mayoristas de acceso desagregado virtual a la fibra óptica (NEBA local) y de banda ancha NEBA fibra.

La diferencia entre NEBA local y NEBA fibra es la cercanía al cliente final. El NEBA local se presta en las centrales locales cabecera de la red de fibra, mientras que el punto de conexión del mayorista servicio NEBA fibra está más lejos del cliente (hay un punto de conexión por provincia.

Además de estos servicios, en los 7.539 municipios Telefónica también está obligada prestar los servicios de acceso indirecto sobre cobre denominados NEBA cobre, ADSL IP regional y nacional.

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