La moneda era tradicionalmente un monopolio de los bancos centrales. Las nuevas tecnologías lo están rompiendo de forma imparable e irreversible. Cada día aparecen nuevas formas de pago: tarjetas de crédito, blockchain, apps… La CNMC sigue de cerca los cambios que está produciendo la digitalización en el sector financiero ¿Conoces nuestro trabajo sobre Fintech? ¿Y has visto el vídeo de la CNMC sobre este fenómeno?

Hoy hemos puesto el foco en las monedas (y los billetes). Os explicamos las conclusiones de nuestro «Segundo Informe sobre retirada de efectivo en los cajeros automáticos».  El dinero de plástico se impone: cada vez se usa menos el dinero en efectivo. Desde hace tres años, el importe global de las operaciones pagadas con tarjeta supera el volumen total de efectivo retirado en cajeros automáticos.

Solo en 2017, el volumen de estas operaciones con tarjeta en los puntos de venta, los conocidos como TPV, se ha triplicado. Ya supera los 3.400 millones de transacciones, tras crecer un 13% interanual. Es una tendencia que se mantiene imparable desde hace quince años, aunque sufrió una distorsión durante los años de la Gran Crisis (2007-2012), hasta que en 2016 se produjo la inflexión y desde entonces las cosas apenas han variado. Así se refleja en el Informe sobre las comisiones por la retirada de efectivo en los cajeros automáticos para el período 2016-2017 y el avance de 2018.

Más operaciones, pero también más pequeñas. El valor medio de las mismas, que ha pasado de los 52 euros de media en 2005 hasta 40 euros de media en 2017. ¿Será que usamos la tarjeta para más cosas?

Más de 50.800 cajeros en España

Esta tendencia de usar cada vez menos el cash se ha visto favorecida por la aparición de nuevos medios de pago. Ya no resulta una rareza la retirada de efectivo a través de una aplicación del móvil en el supermercado o en la gasolinera. Incluso, se ha convertido en algo habitual realizar transacciones entre consumidores directamente, de cuenta a cuenta.

España tiene una tupida red de cajeros, desde 2015 es el quinto país de la Unión Europea por su número de terminales: 50.839. Esto significa un cajero por cada 996 habitantes. Pero si se analizan las personas mayores de edad, representa un cajero por cada 755 habitantes.

Sin embargo, su reparto territorial es desigual. En términos generales, el mayor número se concentra en Cataluña (7.375 cajeros), seguido de Madrid (6.137) y, lógicamente por Andalucía (6.270) al ser la autonomía más poblada. Por el contrario, las comunidades con menos cajeros son Melilla (47), Ceuta (62), seguidas de La Rioja (367) y Cantabria (599).

En el ámbito provincial, Madrid se sitúa en cabeza (7.375), seguida de Barcelona (5.268) y Valencia (2.268). Situándose en el último lugar Melilla y Ceuta, seguidas de Soria (64), Segovia (139) y Ávila (162).

La distribución por entidades financieras muestra que el 61% de los cajeros son propiedad de seis entidades: Caixabank, Santander, BBVA, Bankia, Sabadell y Euro Automatic Cash (Popular). Caixabank cuenta con el 18,5% de la red, BBVA con el 12,5%, Bankia y Santander con el 10% cada una.

La CNMC analiza estos datos por mandato del RDL 11/2015 de 2 de octubre, que se aprobó para evitar que los bancos cobraran una doble comisión a los consumidores por el uso de los cajeros automáticos. Esta norma fue una reacción al cambio de paradigma que se produjo en 2015 cuando la entidad con más cajeros, Caixabank, cambió el sistema de comisiones.

Hábitos de los consumidores españoles

¿Y qué ha pasado desde entonces? Los hábitos de los consumidores han cambiado. Así, se ha fidelizado a los clientes con la red de su banco; ha aumentado el importe medio de las retiradas de efectivo y se utilizan más las operaciones con tarjeta, como ya os hemos explicado.

Los bancos también han reaccionado. Las operaciones de concentración entre entidades, que provocó la crisis financiera no ha cesado. Pero, además, las nuevas reglas de juego han provocado la cooperación entre bancos.

Se han producido multitud de acuerdos dirigidos a minimizar las comisiones que se cobran a los clientes, de forma que asumir las comisiones o repercutirlas al cliente se ha convertido en una variable de la política comercial.

Podemos decir que se han creado tres grandes grupos. El primero de ellos está formado por las entidades que no operan su red en solitario, sin acuerdos (Caixabank, Santander y BBVA). En segundo lugar, el acuerdo Euro6000. Por último, el llamado “Tripartito” (Bankia, Sabadell y Euro6000).

La CNMC seguirá vigilante ante estos movimientos y transformaciones en aplicación de la Ley 1572007, de Defensa de la Competencia. Pero ya no tendrá que hacer un nuevo informe. El RDL 19/2018 elimina la misión encomendada a la CNMC de elaborar un informe sobre las comisiones por la  retirada de efectivo en los cajeros automáticos.

 “Segundo Informe sobre retirada de efectivo en los cajeros automáticos”

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