Verde que te quiero verde. Foto de Pål Berge

Verde que te quiero verde. Foto de Pål Berge

En el mundo hay más de  4.000 millones de usuarios de móvil; en España,  54 millones de líneas telefónicas móviles. Y cada día aparecen nuevas aplicaciones, terminales más inteligentes, con una mejor estética…, vaya, que las ofertas de las diferentes compañías y las ansias por estrenar artilugio nuevo nos llevan a cambiar de móvil con demasiada frecuencia. De hecho,  según datos de Asimelec, cada año dejan de utilizarse en España unos 15 millones de teléfonos móviles. Si tenemos en cuenta el último estudio que realizó Nokia entre sus clientes en este sentido y que concluía que  sólo el 3% de los consultados incluía el reciclado del móvil entre sus prácticas, podemos calcular que cerca de 14 millones y medio de móviles van a la basura sin mayores contemplaciones en nuestro país.

Por eso nuestra conciencia ecológica se puede ver bien alterada al saber que la composición de las baterías de los móviles incluye elementos como cadmio, litio o metal hidruro, todos ellos metales muy contaminantes. Se calcula que una batería que acabe en un río puede contaminar hasta 600.000 litros de agua. Más apreciado es el coltán, un metal que soporta cargas eléctricas elevadas y que figura en pequeñas cantidades en casi cualquier aparato electrónico y permite una utilización más prolongada de las baterías. De hecho, el 90% de los componentes de que está hecho nuestro móvil son reutilizables.

De ahí que cada vez haya más iniciativas que se dedican a la recogida de móviles usados que, además de ser bien reciclados, pueden incluso ser reutilizados en países pobres. Si te interesa saber dónde puedes entregar tu viejo móvil, infórmate en www.tragamovil.es ; www.fonebank.es ; www.zonzoo.es o  www.donatumovil.org.

Para que todo esto del reciclado no nos reporte quebraderos de cabeza ya hay compañías que han decidido empezar a fabricar sus teléfonos con materiales más ecológicos. Por ejemplo, en el nuevo Samsung Reclaim se ha utilizado un 40% de bioplástico, obtenido a partir de vegetales, sobretodo de maiz, y lleva un cargador eficiente que consume 12 veces menos que uno normal. Además, no lleva manual de instrucciones para ahorrar papel. De momento, sólo se vende en EUA.  Otro de los grandes, Sony Ericsson empezará a vender en los próximos dos años dos modelos de teléfonos más ecológicos que se venderán en paquetes más pequeños y tendrán manuales de usuario electrónicos. Los aparatos utilizarán materiales más reciclados y consumen menomenos energía.

En la misma línea ecológica ya se han comercializado, aunque con poco éxito, el Chute Smartphone, fabricado en bambú o el propio Bamboo , que  no solo está hecho de bambú, sino que contiene las semillas del mismo. O sea que una vez desechado, una planta crecería de él alimentada a su vez por los otros materiales del móvil que serían de plástico biodegradable.

También en Japón andan trabajando en alternativas más ecológicas a las baterías de los móviles, aunque en este caso no sean verdes. En pocas semanas se pondrá a la venta un artilugio que permite utilizar metanol y agua para recargar el móvil, transfiriendo luego la potencia a través de un cable USB. Está fabricado Toshiba y se llamará Dynario. Nokia, la americana Medis Technologies y la alemana SFC también llevan años trabajando en este campo.

De todas maneras, la cultura verde tiene camino por recorrer en el móvil. Según un estudio de Abi Research, la mitad de los usuarios desearía tener un móvil ecológico aunque sin pagar más de la cuenta. Solo hay un 7% de personas que estarían dispuestos a pagar más dinero a cambio de comprar un móvil ecológico.

Otras entradas del blog con conciencia ecológica:

El lado verde del sector

I’m too sexy for Godzilla boxes

Cambio de paisaje: usuarios que son redes

 

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