Lejos quedan aquellos tiempos en que la amenazadora sombra del wifi se cernía sobre las operadoras. Pero ahora el uso regular de internet móvil aumenta, su demanda no para de crecer y las redes de telefonía de saturarse, por lo que parece necesario estudiar las necesidades del mercado desde una óptica diferente.

Las operadoras deciden dar el salto al wifi. Foto cortesía de lauren nelson

Las operadoras deciden dar el salto al wifi. Foto cortesía de lauren nelson

Se prevé que el volumen de datos generados vía 3G se duplique durante el próximo año. Una realidad que las telecos han decidido tener muy en cuenta, y algunas de ellas ya están dispuestas a facilitar el acceso a sus redes a través de los hotspots inalámbricos o “puntos calientes”, zonas de cobertura wifi que permiten la conexión a internet en lugares públicos.

En España hay algunos ejemplos. GOWEX, una compañía especializada en la creación de Ciudades WiFi,  ha establecido recientemente un acuerdo con el OMV MÁS Móvil, que da muestra de cómo los proveedores de servicios WiFi están aportando a los operadores móviles el complemento necesario para mitigar la posible saturación de las redes de banda ancha móvil. Movistar, por su lado, ya ofrece servici WiFi desde hace algún tiempo. Sin embargo, en algunas ocasiones el proceso de conexión mediante esta fórmula no resulta del todo sencillo. Requiere logins, introducir los números de la tarjeta de crédito y no siempre es posible el roaming entre hotspots de distinto operador. Acceder es complejo, y si además entraña el más mínimo riesgo para nuestra seguridad y privacidad el proyecto se debilita.

Para solucionar estos problemas, Wi-Fi Alliance quiere establecer un nuevo estándar que cumpla con dos objetivos. En primer lugar, facilitar el acceso a un hotspot público mediante un programa que, en función de las preferencias del usuario y la política del operador, ayudará a los dispositivos wifi a encontrar la mejor red más cercana. Una vez localizada, se podrá incluso certificar el acceso a través de nuestra tarjeta SIM. Y en segundo lugar, planea incluir seguridad WPA2 para que los “puntos calientes” no estén abiertos y sean inseguros, encriptando la totalidad de datos que se envíen por la red.

ARQUITECTURA TECNOLÓGICA DE LOS HOTSPOTS

Para establecer un hotspot público de operador se necesitan varios componentes:

  • Los hotspots inalámbricos en sí mismos.
  • Las redes WAN/MAN para establecer una conexión privada con el operador.
  • El centro de datos donde se localizan los servidores de seguridad, gestión y facturación.
  • Las redes LAN a las que se podrán conectar los usuarios desde el hotspot.

Esta arquitectura, una vez configurada, se puede subdividir en dos subtipos:

  • La arquitectura tradicional, que incluye los puntos de acceso inalámbricos, un switch o conmutador para la interconectividad, un router y un controlador de acceso de red (NAC). Este sistema es ideal para hotspots muy grandes con muchos puntos de acceso (centros comerciales, universidades, aeropuertos…), aunque requieren una inversión elevada por parte de los operadores.
Arquitectura Tradicional. Fuente: Universidad ICESI

Arquitectura Tradicional. Fuente: Universidad ICESI

  • La arquitectura “HotSpot in a box”, que consiste en un único punto de acceso con características de switch, router y controlador de acceso. Esta opción permite hacer más sencillas las tareas de administración de la infraestructura y disminuye considerablemente los costes de inversión. Es idóneo para hotspots pequeños como cafeterías y restaurantes.
Hotspot in a box. Fuente: Universidad ICESI

Hotspot in a box. Fuente: Universidad ICESI

MODELOS DE NEGOCIO

Los hotspots inalámbricos se pueden clasificar según dos criterios: el tiempo de permanencia de la red y el interés comercial de los sitios. Atendiendo a ambos, las operadoras pueden establecer diferentes modelos de negocio según los servicios que prestan (internet, multimedia, aplicaciones, voz).

Pero antes de profundizar en los distintos modelos hay que destacar una serie de estrategias comunes a todos ellos:

  • Distinguir las localizaciones más atractivas donde se concentren un mayor número de usuarios. Hoteles, centros comerciales y aeropuertos son los mejores ejemplos.
  • Ofrecer una cobertura nacional o internacional a través de acuerdos con otras operadoras (roaming).
  • No sacrificar la calidad de servicio prestado al usuario.

Se establecen así varios modelos de negocio de los hotspots inalámbricos:

  • Por suscripción: El operador ofrece distintos servicios por una cuota mensual con contratos anuales o mensuales.
  • Por tiempo: El operador ofrece la conectividad por hora o por día.
  • Prepago: Se utilizan tarjetas prepago por horas o días.
  • Solo para usuarios suscritos: Los servicios de acceso a internet suponen un añadido para sus suscriptores de redes de cable o cobre.
  • Integración con otros operadores de otras tecnologías o a través de diferentes redes inalámbricas: Permite una mayor movilidad entre redes (UMTS/GPRS/WLAN).
  • Híbrido: El servicio es gratuito a cambio de que sus usuarios visualicen páginas de publicidad durante varios minutos.

Muchas operadoras ya han movido ficha. Hace poco, KDDI anunció que construirá 100.000 «puntos calientes», mientras que China Telecom confirmó que desplegaría un millón. Por su parte, la norteamericana iPass ha creado una nueva oferta de servicios para los operadores móviles que les permitirá cobrar a los usuarios por conectarse a su red wifi. Ellas ya se han dado cuenta que el primer paso para evolucionar está ahora en descongestionar las redes 3G. Y la solución puede estar en lo que antes era el problema: el wifi.

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