Según una encuesta de la consultora McKinsey [necesita registro], entre el 70% y el 85% de los consumidores prefieren contratar una tarifa plana de banda ancha móvil antes que pagar por cada mega consumido. Los operadores se tienen que plantear ahora cuál es la mejor manera de facturar a sus clientes para que sigan creciendo las contrataciones sin que se disparen sus costes.

Mensajes desde el más allá. Foto cortesía de morgan.davis

Mensajes desde el más allá. Foto cortesía de morgan.davis

Las operadoras pueden pensar en lo que sucedió en Japón. Cuando se inició la transición al 3G con tarifas planas de datos, el número de páginas visitadas desde el móvil se duplicó, aunque los usuarios no aumentaron tanto.

“A la vez que buscan controlar mejor los costes, los operadores en todo el mundo están endureciendo sus políticas de uso (fair use policies), cancelando planes ilimitados y fijando los gigas posibles de descarga (…) También están experimentando con limitaciones de uso más amables, como reducir la velocidad de descarga cuando se supera el límite”, sostienen los expertos de esa reputada consultoría estratégica.

Las tarifas planas para la banda ancha móvil dan seguridad a los usuarios de que no tendrán sorpresas en su factura y por eso tienen tantísima aceptación. Pero McKinsey recuerda que algunos consumidores podrían paagar menos con otros planes de precios.

Entre la tarifa plana ilimitada y el pago por mega consumido, existen otras alternativas para facturar a los usuarios. La consultora hace un repaso:

Alternativas a las tarifas planas que plantea McKinsey

  • Pago por mega consumido: muy baja aceptación entre los usuarios.
  • Tarifa plana limitada: es la que usan la mayoría de los operadores. Es la ideal para los heavy users de la banda ancha móvil, pero para aquellos usuarios poco intensivos resulta cara.
  • Tarifas planas diarias: para los que sólo hacen un uso esporádico de Internet en el móvil.
  • Pago por uso pero con un límite máximo: podría servir para los usuarios menos intensivos, que pagarían menos que con una tarifa plana, pero tendrían la seguridad de que hay un tope en la factura.
  • Empaquetada con una tarifa de voz: especialmente cuando se dé VoIP.
  • Servicios con tarifa plana: la tarifa plana sólo afecta a algunos productos como escuchar música desde el móvil.
Comparte esta noticia en tus redes