Foto cortesía de Future Atlas

Foto cortesía de Future Atlas

Un granjero en una aldea rural de África llama a través de un teléfono móvil alquilado a potenciales compradores. Ya sabe cuánto está dispuesto a pagarle cada uno por su cosecha y acudirá al mejor postor. Y no ha tenido que salir de casa todavía.

Otro emprendedor en Uganda recorre distintos pueblos recogiendo móviles. Los lleva a la ciudad, los carga con una batería de coche y se los devuelve a sus dueños por una tarifa preestablecida.

Son historias como las que explica un reportaje de The Guardian sobre cómo la telefonía móvil está mejorando las condiciones de vida en África, un continente con más de 280 millones de líneas móviles, aunque en muchas ocasiones los móviles son compartidos y alcanzan a mucha más población. Por ejemplo, en Tanzania, el 99% de la población es directamente localizable mediante el móvil.

El economista Jeffrey Sachs ha calificado al móvil como «the single most transformative technology for developement». Un estudio calculó que un aumento de 10 puntos porcentuales en la penetración del móvil se traduce en un incremento de 0,6 puntos el PIB del país.

Christian Kreutz explica en su blog, Crisscrossed, usos innovadores que se les está dando a los móviles en el continente africano, como la West Africa Agric Trade Network, que conecta a compradores y vendedores de alimentos para que conozcan de antemano el precio de las cosechas. O Mukuru.com, utilizado para hacer micropagos con el móvil.

No sólo para emprendedores
El móvil no sólo está dando alas a granjeros y emprendedores africanos. Un proyecto impulsado por el MIT permite que traductores africanos manden pequeños textos traducidos mediante SMS. En Ruanda, un sistema implementado sobre el móvil permite el seguimiento de pacientes infectados por el virus del SIDA. Han logrado conectar el 75% de las clínicas del país y llegan a 32.000 enfermos.

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