Atendiendo a lo que contaba hace un año The Inquirer en su reportaje Number portability is rubbish, no parece que la portabilidad en Reino Unido sea un recurso al que acudan a menudo los usuarios del móvil. Ni el regulador Ofcom, proporciona cifras, ni parece que las compañías o los usuarios den mucha importancia al derecho que poseen los clientes a conservar su número si desean cambiar de compañía.
La aparente escasa popularidad que la portabilidad parece tener entre los británicos contrasta con lo que sucede en España, donde a pesar de que los operadores se esfuerzan al máximo en retener al cliente cuando éste les amenaza con irse, los intercambios entre compañías se cuentan por cientos de miles al mes.
Otra comparación que puede resultar bastante gráfica (eso sí, teniendo en cuenta las diferencias de población y resaltando que la portabilidad fija allí es mucho más popular que la móvil) es si miramos las cifras en el país vecino: en Portugal, desde que empezó a funcionar este sistema se han registrado un total de 240.394 intercambios de números móviles. En España, a finales de 2007 ya había 15 millones de números portados y mes a mes se supera la media de los 300.000 intercambios.
¿Qué pasa entonces? ¿Los españoles somos también en esto infieles por naturaleza? ¿La propia estrategia comercial en otros países ha hecho que sus clientes sean más conservadores? ¿Interviene únicamente la seducción o que también hay celestinos que invitan a ello?… pues, por lo que hemos visto, un poco de todo.
- El precio puede influir. No hablamos de que el operador al que nos portamos ofrezca tarifas más ventajosas o rebajas en nuestra factura. Nos referimos a que en casi todos los países el usuario no paga nada por portarse, pero no ocurre lo mismo entre los operadores. En Malta los operadores se pagan hasta 45 € por número portado, en Eslovaquia 33€ o en República Checa 23€, según los datos que presenta la CE. Esos cargos posteriormente pueden repercutir en el usuario.
- La subvención para la adquisición de nuevos terminales, atractivo gancho, como todos sabemos. La fórmula ha sido una de las claves en España. Aunque, según ha publicado Expansión recientemente, las cosas pueden estar cambiando.
- De todas formas, como no nos gusta generalizar, nos ha parecido digno de mencionar el caso de Finlandia. Allí, a pesar de que los operadores se cobran 9€ por número portado, se acumula el mayor porcentaje de intercambios; un 68% del total de los números. Pero la captura de clientes en este país no ha estado basada en el subsidio del terminal, prohibida desde 1996 hasta 2006. Sólo a partir de entonces las compañías han estado autorizadas a subsidiar los móviles 3G. Una guerra de precios feroz ha marcado la estrategia entre operadores.
- Rápido y sin mirar atrás. La media que tarda un europeo en portar su número a otra compañía es de 8,5 días, aunque la CE se está afanando en reducir los plazos para incrementar la competencia. Parece lógico, entonces, que en Polonia, con 38 días de media para consumar el cambio, el uso de la portabilidad sea residual, un 0,5% del total de números portados. Algo similar ocurre en Eslovaquia, con un 0,42% de sus números portados y sus dos semanas de media por intercambio. Italia, sin embargo, a pesar de que es el segundo país más tardón en efectuar las portabilidades (15 días) y el que mayor tasa de penetración/100 habitantes de telefonía móvil tiene en Europa le está cogiendo el gusto al tema: el año pasado, junto con España, fue el país en el que más números móviles se portaron (algo más de 4 millones).
- Conocimiento que tengan los usuarios sobre las facilidades para portarse y, por supuesto, la imagen de marca que desarrollen las compañías de cada país sobre las bondades de este servicio.
Yo creo que estaría bien limitar la duración de los contratos de permanencia en aras de conseguir un mercado más flexible. Mi religión me impide hacer contratos y como los terminales prepago subvencionados son un fraude, jamás acepto «regalías». Estoy a favor de la infidelidad y la promiscuidad.
Al igual que javier, entiendo que las permanencias es lo peor que existe actualmente, ya que se está utilizando para cambiar las tarifas que firmastes y que las tengas que aceptar o pagar.
Creo que todas las compañias tendrían que buscar formulas para ofrecer servicios y precios para retener a sus clientes, pero no secuestrarles.
Un saludo.
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