En un mundo cada vez más interconectado, siempre queda margen de superación. Ericsson señalaba hace unos meses que el número de dispositivos conectados podría alcanzar los 50.000 millones en 2020. El mejor ejemplo de esa conectividad son las Smart Cities (Ciudades Inteligentes), un concepto que se refiere al potencial número de servicios que, a través de la conectividad, hagan de las ciudades un mejor lugar para vivir.

 

Las Ciudades Inteligentes ya no parecen tan futuristas como ésta. Foto cortesía de Sam Howzit

Las Ciudades Inteligentes ya no parecen tan futuristas como ésta. Foto cortesía de Sam Howzit

Las Smart Cities son la representación más ambiciosa del Internet of Things (IoT). El objetivo es aglutinar todo un ejército de sistemas inteligentes que suministren (y gestionen) información para y a través de los ciudadanos. Aunque pueda parecer un concepto futurista, a día de hoy ya se han empezado a dar algunos pasos. Uno de los proyectos pioneros lo tenemos en España, a orillas del Cantábrico: Smart Santander.

En primer lugar, el modelo de Smart City agrupa una serie de características propias, moldeadas a través de la combinación de todos los factores que influyen en el progreso de la ciudad: económico, político, social, medioambiental, de movilidad y de calidad de vida. Partiendo de ellos se camina hacia un modelo organizativo y tecnológico propio de una ciudad moderna. Sin embargo, este modelo urbano requiere un novedoso complejo de infraestructuras que faciliten la actividad diaria de sus habitantes.

Características de las Ciudades Inteligentes. Fuente: http://www.smart-cities.eu/

Características de las Ciudades Inteligentes. Fuente: http://www.smart-cities.eu/

OBSTÁCULOS Y DESAFÍOS

Con estas premisas como baremos de investigación, durante los últimos 5 años se han realizado numerosos estudios y celebrado multitud de simposios que profundizaban en la viabilidad de decenas de ciudades a nivel mundial para acoger proyectos en torno al concepto Smart o conectividad. Son los llamados testbeds o experimentos, de donde se extraen datos e ideas vitales para alcanzar el siguiente peldaño. En España, entre estas ciudades-experimento destacan Oviedo, Pamplona y Valladolid, además de otros proyectos más avanzados como Sant Cugat del Vallès y Lleida.

Barcelona Digital acogió entre el 30 de mayo y el 2 de junio de este año el BDigital Global Congress. En él fueron protagonistas las Smart Cities, y entre otros estuvieron presentes Gordon Falconer, director del Grupo de Soluciones de Negocio de Internet de CISCO y experto en diseño estratégico de las ciudades, y Carlo Ratti, arquitecto y director del SENSEable City Laboratory, del MIT (Massachussets Institute of Technology).

Entre los principales problemas encontrados por los expertos destacan las vías de financiación y la infraestructura disponible. En el primer caso se necesita una importante inyección económica, cubierta en parte por diversas compañías, la Comisión Europea y Organismos Públicos. Este obstáculo fue ampliamente tratado en el BDigital Global Congress con una ponencia de Falconer, que aboga por una colaboración público-privada para el desarrollo de las ciudades inteligentes.

El segundo problema se centra en la necesidad de desarrollar una extensa red de ‘sistemas inteligentes’: Redes de sensores inalámbricos (WSN), Chips de radiofrecuencia (RFID) y otras herramientas de hardware y software, como un sistema operativo óptimo (Android es el más popular en los experimentos).

Los sensores (smart sensors) operarían bajo el estándar 802.15.4 en el espectro de los 2.4 GHz y serían de múltiple modalidad:

  • Sensores bioquímicos: Control de la bomba Na+/K+ (proteína fundamental), pH…
  • Sensores fisiológicos: Monitorización de parámetros como el ritmo cardíaco, pulsioximetría (SpO2), CO2, electrocardiogramas…
  • Otros: Medición de calidad de aire y agua, corriente eléctrica…

Estructura básica de un sensor inalámbrico inteligente. Fuente: http://www.dtic.ua.es/webdtic/


 
LA PRIMERA PIEDRA: SMART SANTANDER

Finalmente, ha sido una ciudad española la primera en conseguir la financiación suficiente para desarrollar el ‘modelo inteligente’: Santander. El proyecto tiene como objetivo proporcionar un centro de experimentación del programa europeo, además de servir como ensayo de tecnología e infraestructura clave en el avance del IoT. Tendrá una duración de 36 meses y contará con un presupuesto de 8.6 millones de euros, aportados por la Comisión Europea a través del 7º Programa Marco y un consorcio formado por diversas entidades.

Ya cuenta incluso con un calendario de implementación, que arrancará en noviembre de 2011:

Calendario

El amplio abanico de dispositivos (sensores, captadores, cámaras, terminales móviles…) será capaz de ofrecer información útil a los ciudadanos las 24 horas del día: previsión meteorológica, medición del nivel de ruido, tráfico… Toda una extensa red informativa gestionada por una plataforma software capaz de almacenar de forma integrada y local los datos transmitidos. El estándar utilizado para la experimentación será el ya comentado 802.15.4.

 

Un vistazo a la infraestructura de Smart Santander. Fuente: http://www.smartsantander.eu/

Un vistazo a la infraestructura de Smart Santander. Fuente: http://www.smartsantander.eu/

La Fase 1 pretende instalar 1300 farolas con sensores de medición (temperatura, humedad y ruido) y otros 325 dispositivos enterrados bajo el asfalto (situación del tráfico). Además pondrá en marcha 150 captadores destinados a evaluar otras condiciones climatológicas y la disponibilidad de aparcamiento en varias zonas de la ciudad.

Smart Santander es posible gracias al paso firme y sigiloso de Internet of Things. El resultado: poco ruido y muchas ciudades. Y encima, inteligentes.

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