Con un ajustado marcador, 3 votos a favor y 2 en contra, acabó ayer la votación sobre la neutralidad de la red en la FCC, el regulador norteamericano. La ley sale adelante por la mínima, descafeinada y criticada por todos lados, como suele ser habitual en las decisiones regulatorias. Tampoco hubo sorpresa en las votaciones ya que, de los cinco comisarios votantes, tres de ellos habían sido designados por el mismo Obama, quien hizo de la neutralidad de la red una de sus banderas políticas durante su campaña electoral. Los otros dos son republicanos.

En la FCC ya han votado. Foto en flickr de aprilzosia

En la FCC ya han votado. Foto en flickr de aprilzosia

Después de un intenso año de negociaciones, el presidente de la FCC, Julius Genachowski rebajó sus planteamientos iniciales con el objetivo de encontrar más apoyos, algo imposible en una cuestión que aglutina fuertes intereses económicos y aspectos ideológicos. Para los comisarios demócratas Michael Copps y Mignon Clyburn el plan se queda algo corto,  y para los republicanos Meredith Baker y Robert McDowell es un ejemplo de extralimitación del gobierno, puesto que  a su juicio no hay nada roto en el mercado de Internet que necesite ser arreglado.

Se aprueba así el plan que aplicará los principios de la red abierta y neutral, aunque la FCC no da el paso adelante en la polémica reclasificación del servicio de banda ancha como un servicio de telecomunicaciones en lugar de un servicio de información (según el título II de la Ley de Comunicaciones de 1996, la FCC sólo puede regular servicios de telecomunicaciones).

Además, las normas regularán exclusivamente las conexiones a Internet por red fija, no las conexiones móviles como el 3G. O sea, que se obliga a los proveedores de la banda ancha a mantener la red neutral pero sólo en las conexiones fijas; para las conexiones inalámbricas no hay más regulación que la obligación de transparencia (a semejanza de las recientes propuestas de la Comisaria de Agenda Digital, Neelie Kroes, que instan a gestionar el tráfico en Internet de manera más transparente y a respetar la calidad de los servicios). Por este motivo, se ha criticado que la nueva norma permita, en términos generales, crear dos clases de acceso a Internet, uno para los proveedores de telefonía fija y otro, para la red inalámbrica; en este terreno, muchos de los que habían abogado por normas más rigurosas, se sienten decepcionados. Esta postura es muy parecida a la que en su momento defendieron Google y Verizon, una declaración que fue muy criticada por una parte de la comunidad internauta.

Entre las propuestas más novedosas del plan de la FCC recién aprobado en Estados Unidos hay que destacar:
–         que los proveedores de Internet no puedan impedir que los usuarios compartan información legal en la red,
–         que respeten la libre competencia entre proveedores de contenidos, sin favorecer a unos u otros,
–         que a esos mismos proveedores se les prohíba por ley bloquear páginas o aplicaciones legales,
–         que el usuario sepa cómo gestionan las empresas sus redes, para que pueda decidir de cuál quiere ser cliente
–         y que informen al Gobierno de cómo gestionan sus redes.

En esta entrada del blog IP Carrier podéis consultar algunos de los puntos claves del informe que se acaba de aprobar y aquí el discurso que ayer pronunciaba el presidente de la FCC. A pesar de todo, la FCC ya ha anunciado que aún habrá que esperar unos días para que publique oficialmente cómo queda el texto de la ley. Estaremos atentos para ver si hay sorpresas.

El concepto de neutralidad de la red es tan complejo como polisémico. En el blog os lo hemos explicado en algunas entradas, definiéndolo como dar el mismo trato a todos los paquetes IP, ya sean de VoIP, P2P, tráfico web… Esto supone que no se podría bloquear ni degradar el acceso a determinadas aplicaciones o destinos. Pero tampoco al revés: estrictamente, no se podría priorizar el acceso a alguna aplicación o a algún proveedor de contenidos.

Los republicanos podrían tumbar la Ley el año que viene

Además, en EE UU, el debate sobre la neutralidad de la red se ha convertido en un asunto básicamente político. La nueva normativa ha topado con la oposición de gran parte del grupo republicano y de los demócratas más conservadores (74 miembros del Partido Demócrata del Congreso de EE.UU firmaron una carta en la que respaldan a las grandes compañías contra la nueva normativa), así como de grupos partidarios de la autorregulación y de las compañías de telecomunicaciones. Los republicanos han sugerido que las normas de neutralidad de la red son un ejemplo de extralimitación del gobierno puesto que no hay nada roto que necesite ser arreglado. Vamos, que la norma está prácticamente condenada a acabar en los tribunales. De hecho, lo aprobado ayer deberá ratificarse el año que viene en el Congreso, algo que puede resultar más que complejo ya que los republicanos tendrán mayoría en la Cámara de Representantes a partir de enero.

En el otro lado, más de 80 asociaciones enviaron una carta a la FCC para pedir aún más contundencia en la defensa de la neutralidad de la red. Entre los grupos firmantes estaban Free Press, Open Source Democracy Foundation, Common Cause, New America Foundation, Media Acces Project, Reporters without Borders, Public Knowledge, etc.

Antecedentes

Aunque es la primera vez que el Gobierno de EE UU se pronuncia de forma oficial a favor de la neutralidad de red, no es una idea que haya llegado con la administración Obama. El origen del tema hay que buscarlo en  la multa que la FCC impuso a la operadora Comcast en 2008 por descender las velocidades de sus clientes que utilizaban programas P2P como BitTorrent. La compañía recurrió la multa y el juez federal le dio la razón en abril de este año argumentando que la FCC no es quién para impedir que los proveedores pongan diferentes tarifas de Internet según el tráfico o la velocidad de descargas. Se esgrimía un motivo principal para ello: según la ley de telecomunicaciones de 1996, Internet es un servicio de información, no de telecomunicaciones y la FCC sólo puede regular servicios de telecomunicaciones (telefonía, emisión de radio, satélite, cable coaxial). En ese momento, sin embargo, la FCC ya había presentado las normas neutralidad de la red, por lo que algunos se preguntaron entonces si la tenía la autoridad necesaria para hacerlo.

Aunque el debate sobre la neutralidad de red se abrió en EEUU, en Europa las autoridades también lo tienen encima de la mesa. El Comisario europeo de Competencia, Joaquin Almunia, habló de net neutrality en la sede de CMT, hace justo un mes, durante la celebración del III Encuentro Internacional. Almunia lanzó otra definición para que la añadamos a las tantas que  estamos escuchando últimamente: “Un operador no respeta la neutralidad de la red cuando bloquea, ralentiza u ofrece un tratamiento diferenciado a determinados contenidos“. Además, añadió que los operadores deben respetar los derechos de los usuarios sobre estas cuestiones y ser transparentes. En el caso de que eso no sea suficiente y se produzcan actuaciones unilaterales por parte de los operadores, la Comisión Europea va a intervenir. En la actualidad, tras finalizar la consulta pública sobre Neutralidad de la Red, la Comisión prepara un informe que será enviado al Parlamento Europeo.

Ayer mismo, Francia echaba más leña al asunto al anunciar que planea crear un grupo de trabajo que incluya compañías de internet  para decidir si los proveedores de contenidos en internet  están o no contribuyendo lo suficiente a los costes de las redes de las operadoras y podrían quedar sujetos a nuevas propuestas que les fuercen a realizar pagos.

En cualquier caso, buena o mala, perenne o caduca, ya tenemos sobre la mesa una ley de neutralidad de la red que, al menos, sienta precedente.

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