Repostando con el móvil. Foto de Antuan Goodwin (CES)

Una de las propuestas futuras del Consumer Electronics Show de Las Vegas: repostar con el móvil. Foto de Antuan Goodwin (CES)

Del Internet de las cosas al Internet de los coches: 60 millones de consumidores tendrán acceso a Internet en sus coches en 2016, según iSuppli Corporation. Con teléfonos inteligentes cada día más asequibles y con más  funciones, los consumidores demandan cada vez más conectividad en los coches. Por el momento, la conectividad a Internet en los coches se ha implementado básicamente a través de sistemas telemáticos utilizando soluciones integradas de manos libres o Interfaces (IHF) para el entretenimiento o el sistema de navegación,  pero el futuro va mucho más allá.

Aunque países como Estados Unidos o Japón son los que llevan la voz cantante en terrenos como éste, en Europa también nos hemos puesto manos a la obra. Hace unos días se presentaba en Amsterdam, en la feria Cooperative Mobility Showcase 2010, la nueva aplicación  CVIS, fruto de un consorcio europeo de investigación (ERTICO, que representa a los fabricantes de automóviles y de sistemas de tráfico, los gobiernos, los operadores de telecomunicaciones, los usuarios y los proveedores de servicios, y  que está financiado por la Unión Europea). Según explica la web de información comunitaria CORDIS, CVIS (Cooperative Vehicle-Infrastructure Systems) es un sistema de circulación diseñado en torno a una tecnología que permite la comunicación y cooperación de todos los elementos del tránsito viario (automóviles, conductores, semáforos, señales…) para mejorar la eficiencia y la seguridad en las carreteras.

Los principales beneficios de este completo sistema de comunicaciones se derivan de la mayor información disponible sobre el vehículo y su entorno. Así, en un futuro próximo, será más fácil para el conductor predecir los tiempos de viaje, responder de manera más eficaz ante peligros, accidentes o incidentes imprevistos, reducir la contaminación generada por su vehículo o conducir de manera más prudente.

Todo conectado. Fuente: Cooperative Mobility Showcase 2010

Todo conectado. Fuente: Cooperative Mobility Showcase 2010

Hasta que lleguemos a este nivel de conectividad y nuestro coche sea capaz, por ejemplo, de enviar una señal a nuestro despertador para que salgamos antes de casa por la mañana en caso de lluvia intensa y previsibles atascos de tráfico, tendremos que conformarnos con las actuales soluciones telemáticas que se irán fusionando con Internet en los próximos años. Algunos expertos aseguran que, todos los coches vendidos a partir de 2017 ya llevarán incorporados los enlaces que permitan una futura conectividad con Internet.

Telemática versus Internet. Fuente: Cellular-news

Telemática versus Internet. Fuente: Cellular-news

En España también se presentó recientemente otro proyecto de estas características: Coche Conectado. Fruto de la colaboración entre Telefónica, Ericsson y el Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia (CTAG), se define como un proyecto en el que equiparían a los automóviles con conectividad 3G y 4G para permitir el acceso remoto a contenidos. Se trata de conectar todos los dispositivos multimedia que tenemos en casa entre sí, y que estos se reconozcan e identifiquen las funcionalidades de cada uno. Esto sería posible gracias a la tecnología DLNA, de manera que el coche sería un dispositivo más conectado a esa red multimedia.

Otro reto en este campo pasa por conseguir dispositivos que no distraigan al conductor.  Los detractores del exceso de tecnología en el coche lo tienen claro: si el año pasado, en EEUU, un 28% de los accidentes de tráfico se produjeron mientras el conductor hablaba con su móvil o enviaba un SMS, ¿qué pasará cuando tengan su ordenador en el mismo salpicadero?.

La tecnología y las empresas de automóviles, de todas maneras,  siguen considerando la seguridad como una prioridad. Algunas de las iniciativas presentadas en el último Consumer Electronics Show de Las Vegas, como la incorporación del PC en el salpicadero, ya se venden más para uso del acompañante que del propio conductor. Tienes algunos ejemplos más en este vídeo de The New York Times.

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