Cuando la Comisón Europea anunció que tenía serias dudas sobre nuestra propuesta de regulación del mercado de banda ancha que le remitimos, se montó un buen lío. Desde una óptica local puede parecer que estas cosas sólo nos pasan a nosotros. Aunque eso no es así.

En la cocina de la regulación... Foto por: Industrial Lord & Mano's

Hasta que los reguladores conseguimos sacar adelante propuestas de temas sensibles, como la regulación de banda ancha o la fijación de precios mayoristas, no atravesamos precisamente un camino de rosas. Los análisis de mercados y el encaje de bolillos para cuadrar las especificidades patrias dentro la normativa comunitaria y pasar el examen de  Bruselas son, a veces,  trabajos de alta precisión.

La semana pasada descubrimos que Ficora, «la CMT finlandesa», se enfrenta a una situación similiar a la que nosotros hemos resuelto recientemente. La CE le ha advertido de que no encuentra evidencias para que en Finlandia se desregule el acceso al mercado de banda ancha en las zonas con más competencia. El caso de Austria, también ha sido significativo, aunque ha tenido unos tintes más locales. Su regulador ha visto como sus propios tribunales rechazaban la normativa que ya había pasado el filtro de Bruselas.

Dese luego, la regulación de la banda ancha es un tema que no pasa desapercibido y en el que la Comisión Europea está aprobando modelos de regulación diferentes en función de los países, como ha ocurrido con Portugal, Reino Unido y Francia.

Eslovenia y Alemania tampoco se han librado recientemente de las advertencias de la CE, aunque esta vez por sus respectivos enfoques en cuestiones relativas a la telefonía móvil. Ya veis que los fogones de la regulación comunitaria siempre están que arden. Si queréis echar un vistazo a los comentarios, vistos buenos y pasos a «fase dos» de la Comisión, los podéis encontrar aquí clasificados por años.

Comparte esta noticia en tus redes