Cada último miércoles de mes la CNMC, en colaboración con la Asociación Española de Compliance (ASCOM), celebra sus ya habituales “Diálogos de Compliance”,  una serie de coloquios que tratan de trasladar al sector público las mejores prácticas en materia de cumplimiento normativo y buen gobierno. El último se celebró hace unos días bajo el título “Conflictos de intereses: las puertas giratorias”.

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Foto tomada de Flickr, cortesía de Daniel Lobo

*** Escrito por Sara Ledo

Moderados por el expresidente del Tribunal de Defensa de la Competencia, Amadeo Petitbò Juan; el vicepresidente de la Asociación Española de Compliance (ASCOM), José Francisco Zamarriego Izquierdo, y el director del Departamento de Control Interno de la CNMC, Carlos Balmisa García-Serramo, debatieron sobre el intercambio de profesionales entre el sector público y el sector privado con una coincidencia clara: “Es necesaria más transparencia”.

“El marco regulatorio está desajustado, al menos desde el punto de vista temporal. No existe una concepción global, preventiva y disciplinada a este respecto”, exponía Balmisa, para abrir a continuación un debate sobre la regulación española que, según sus palabras, “necesita una mejora profunda”.

Se refería Balmisa a la Ley 3/2015, del 30 de marzo, reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado que deroga la anterior ley de compatibilidades (Ley 5/2006, del 10 de abril, de regulación de los conflictos de intereses de los miembros del Gobierno y de los Altos Cargos de la Administración General del Estado) que establece en su artículo 15 que los altos cargos que abandonen su puesto tienen un periodo de dos años con una serie de limitaciones a la toma de responsabilidades en empresas privadas así como la negación de realizar una actividad relacionada con las responsabilidades ejercidas en el cargo público.

Una ley a su juicio “desfasada” de una serie de principios neurálgicos como la transparencia, que además, focaliza el problema en los altos cargos, un grupo que recoge solo a una minoría de la administración pública española.

“El músculo de la Administración son las Subdirecciones Generales. No nos focalicemos solo en los altos cargos”, defendía Balmisa antes de criticar el plazo de dos años que establece la ley como otro de los grandes errores de esta legislación. “No debería depender del espacio temporal sino de la pervivencia o no del conflicto”, justificaba.

Más control

El director del Departamento de Control Interno de la CNMC propuso establecer un sistema de disciplina y control mucho más potente con el que cada uno sepa hacia donde debe ir: “Crear un sistema de screening con el que uno se compromete con lo que dice y cuáles son sus capacitaciones profesionales, lo cual le condicionará sobre dónde acabar, sin un periodo de tenencia ni de plazos”, propuso.

“Hay ciertos cargos en el sector público que van a condicionar el ejercicio del sector privado, la cuestión es si esos datos deben ser públicos o no y si las leyes son los suficientemente preventivas”, explicaba Balmisa, quien a su vez manifestaba que el compliance debe ir más allá del cumplimiento normativo. “Hay que cumplir la letra de la norma, pero también su espíritu”, resumía.

Por su parte, José Francisco Zamarriego, de la ASCOM, puso en valor la figura del Compliance Officer como “la mejor inversión” que puede hacer una compañía para mantenerse en el mercado y ser más competitivo pero también quiso romper una lanza a favor de las personas que están en su derecho de cambiar de sector.

“No se puede estigmatizar a priori a la gente por pasar del sector público al sector privado”, defendía Zamarriego, quien a pesar de las “pocas” herramientas existentes encuentra en “la prevención a través de la transparencia” la mejor fórmula para hacer frente a las populares puertas giratorias.

“El equilibrio es muy difícil sin transparencia, entonces es cuando se produce la sospecha. Hay gente estupenda que se encuentra estigmatizada por tener trato de favor cuando no es así, pero también la gente debe ser consciente de que al trabajar en una administración pública está renunciando a otras opciones”, sostuvo.

Para más información, pincha aquí.
Y si todavía quieres saber más, en el blog tenemos un apartado dedicado a los Diálogos de Compliance que se actualiza mensualmente. Consulta nuestros post anteriores, sobre whistleblower y sobre contratación pública.

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