Últimamente estamos recibiendo señales de que nos acercamos al fin de las subvenciones de móviles tal y como las conocemos. Reducción del catálogo de móviles, endurecimiento de las condiciones, problemas para liberarlos…

"Porque así tengo siempre el último modelo de móvil..." Foto cortesía de

"Porque así tengo siempre el último modelo de móvil..." Foto cortesía de Ed Yourdon

El fin de las subvenciones fue uno de los temas estrella en el pasado Mobile World Congress. Telefónica parece que «abrirá el camino a Vodafone y Orange«. Pero esto ya viene de lejos. Vodafone ha sido quizás el más activo en quejarse públicamente del elevado coste que supone que una operadora le venda a un usuario un móvil rebajado, a cambio de atarlo a un contrato durante cierto período de tiempo.

El presidente de Telefónica en España decía hace poco en una entrevista a El País: «Estamos trabajando en diferentes mecanismos para que acceder a un smartphone sea más fácil, como la financiación de terminales, el refurbished [compra de móviles usados a los clientes para ayudarles a adquirir uno de gama más alta] o la reducción del catálogo de dispositivos para hacer más fácil la elección. Pero no podemos seguir manteniendo la subvención en estos niveles, no es sano».

Y en medio de todo este debate, hay voces que empiezan a proponer que las operadoras permitan a sus abonados alquilar los smartphones con un contrato de leasing.

Los usuarios podrían alquilar un smartphone por un período de 12 meses, pagando, por ejemplo, 20 euros mensuales. El seguro del móvil estaría incluido, pero se debería abonar aparte el consumo de voz, datos o sms. Cuando transcurriera ese año, la operadora le permitiría cambiar el móvil por un modelo nuevo o pagar lo restante para quedarse con él.

¿Qué gana el usuario?

En primer lugar, se podría reducir el tiempo de las permanencias. En segundo lugar, el usuario podría acceder siempre a móviles de última tecnología. Y se acabarían los problemas se-ha-roto-el-móvil-pero-yo-sigo-aquí-atado.

¿Qué gana la operadora?

En Gigaom han hecho los cálculos: comprar un smartphone como un iPhone le cuesta a la operadora unos 650 dólares; lo vende al usuario subvencionado por 200 dólares; ha perdido en el proceso 450 dólares, que tendrá que recuperar de lo que consuma el abonado durante la permanencia.

Con un modelo de leasing, cuando se acaba el año, la operadora podría revender ese iPhone para el mercado de 2ª mano (según Gigaom, en Craiglist están por 300-400 dólares).

Primeros experimentos

O2 en el Reino Unido empezó a ofrecer el iPhone 4S en un programa de leasing para empresas, pensado para «los que quieren el último smartphone y la última tecnología cada año, pero no se pueden permitir el coste de un contrato normal o no quieren estar ligados a un contrato largo», según la compañía. TMNG Global, en EEUU, está preparando una plataforma para que las operadoras puedan gestionar estos programas de leasing de smartphones, aunque ninguna ha dado el salto todavía.

¿Podría funcionar un modelo así en España?

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