Ya lo decía Unamuno, «el progreso consiste en renovarse» , y eso mismo parecen haberse aplicado los fabricantes de televisores. Ahora que los contenidos a demanda y la interactividad ya plantan cara a las formas tradicionales de ver la televisión,  la tele ha dejado de ofrecer una experiencia pasiva para converger cada vez más con el mundo on line con nuevas alternativas, flexibles, convergentes y personalizadas.

La televisión se reinventa

Predicciones de futuro. Foto en flickr de cogdogblog

En el último Consumer Electronic Show (CES), las teles ha reivindicado su papel estrella de otras décadas, eso sí, no unas teles cualquiera, sino televisores conectados que parecen, cada vez más, teléfonos inteligentes. Pero, ¿será 2012 el año de la televisión conectada a Internet? y, más aún, ¿quién conectará los televisores del futuro? : ¿las grandes de los ordenadores (Apple, Google o Microsoft) o los fabricantes de las teles (Samsung, LG, Sony, Panasonic)?.

La gran apuesta del CES 2012 han sido los televisores conectados. Los nuevos proyectos (Google TV versus Apple TV) y el aumento del consumo de televisión en móviles y tabletas están acelerando un cambio de actitud en el mercado. Si el televisor había sido el aparato electrónico rey de la casa en los 80 y los 90, cedió su reinado a los móviles, smartphones y tablets. Pasamos del tubo a la tele plana, o del plasma al LCD, eso sí, pero pocos cambios en la manera de ver la televisión.

Estándar HBBTV

  • En España, los fabricantes de televisión y el Ministerio de Industria han apostado por implantar en España el estándar HbbTv de televisión híbrida que ya se utiliza en Alemania y Francia. La HbbTV ofrece una plataforma tecnológica abierta y neutral que combina perfectamente los contenidos de televisión digital (satélite, cable o terrestre) con servicios de banda ancha permitiendo el acceso a servicios de Internet. Según datos de Panasonic, en 2012 se contará ya con un parque de 2 millones de televisores adaptados para Internet en España. Además, entre el 60 y el 70 por ciento de los televisores que salen ahora mismo de fábrica están preparados ya para ser conectados a Internet, aunque de media sólo el 20 por ciento de los usuarios que tienen una de estas televisiones se conecta.

Ahora parece que  la  tele aún tiene mucho que decir y que lo va a hacer en el mismo lenguaje que hablan los móviles más modernos. Por eso, no sorprende que algunos televisores incorporen Android como sistema operativo. Los fabricantes apuestan por equipos que sean compatibles  y que permitan, en un futuro próximo, ser controlados mediante una interfaz de voz, contar con sensores de movimiento, con cámaras para reconocimiento facial y visualizar además contenidos bajo demanda. Casi nada.

Así las cosas, mientras la tele e Internet se debaten entre la convergencia y la colisión, las previsiones dicen que, en 2015, el 50% de los usuarios de Internet verá contenido de TV a través de conexiones en línea y se prevé que haya en el mundo unos 15.000 millones de ‘pantallas’ conectadas a Internet, más del doble de la población mundial. Como leíamos estos días, ya nadie duda que Internet llevará los contenidos y las aplicaciones a la primera pantalla de los hogares.

Esta pérdida de exclusividad en la oferta audiovisual ha tenido como consecuencia que la compra de televisores cayera en tres puntos en los últimos doce meses: del 35% de 2010 al 32% de 2011, según la consultora Accenture. También según IHS iSuppli, en 2012, mientras que las previsiones de venta de televisores planos bajarán, las entregas mundiales de televisores conectados a Internet son más optimistas:

Fuente: IHS iSuppli, 2012

 

Por cierto que Accenture preguntaba acerca de los motivos para comprar una nueva tele: más de la mitad de los encuestados (un 55 por ciento) indicó que compraría un televisor si el precio estaba dentro de su presupuesto, el 42 por ciento consideró como muy importante que el televisor fuera de alta definición. Sólo una cuarta parte (25 por ciento) citó la funcionalidad 3D como una capacidad deseada, mientras que  otra cuarta parte indicó su predisponibilidad a comprar un televisor con conexión a Internet.

Lo que sí parece claro es que la  TV del futuro mantendrá su tradicional ubicación en el principal lugar de la casa de reunión familiar y social, es decir, en el salón, mientras que el teléfono móvil se reservará para el automóvil, y la tableta, para el dormitorio. Como Samsumg comentaba estos días en la feria de Las Vegas, la tele es el único gadget doméstico que permite reunir a toda la familia y evitar el feroz individualismo que caracteriza al resto de aparatos.

El CES 2012 nos ha dado algunas pistas, sí, pero la revolución está por llegar: los gigantes tecnológicos, Apple y Google, están pendientes de definir claramente su apuesta para la tele del mañana. Y son ellos los que tienen  capacidad de popularizar este mercado de forma masiva. Éste debe ser el año en que Apple y Google afinen sus proyectos para el mercado de televisiones dejando claro que no renuncian a su parte del pastel del ocio doméstico. Hoy por hoy, siguen perfilando el futuro de su producto y, de paso, el de la televisión en general. Un futuro que también escribirán los proveedores de contenidos audiovisuales a través de Internet, la otra gran pata en la renovación de la tele, y que nos reservamos para otro día.

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