Informáticos o ingenieros, aficionados o simplemente locos del código, ese puede ser el perfil de un desarrollador de aplicaciones. Ellos son una nueva casta que ha roto con las reglas de juego establecidas años atrás. Entonces, las grandes compañías de videojuegos con su ejército de programadores eran las privilegiadas que trataban con los operadores y los fabricantes de móviles para incrustar sus juegos en escritorios y portales de servicios.

Urgando en el código. foto cortesía de ibán

Hurgando en el código. foto cortesía de ibán


Pero aquellos tiempos ya son pasado. ¿Os suena de algo el AndroidMarket o la AppStore? ¿Dónde quedan los operadores de red en el nuevo entramado de desarrolladores, sistemas operativos y clientes?

En 2009, Flurry Analytics, ya advertía de que estaba emergiendo una nueva clase media, la de los desarrolladores de aplicaciones para el Iphone. Según la compañía, el establishment que existía entre los operadores móviles y los grandes productores de videojuegos para el móvil comenzaba a resquebrajarse. Las cuotas de reparto del mercado comenzaban a ser más democráticas.

Así, en julio de 2009, Flurry analizó qué compañías eran las que desarrollaban los 25 videojuegos de pago más descargados en el AT&T Media Mall (la tienda de aplicaciones de la operadora estadounidense). La tarta del mercado se repartía entre las grandes compañías del gremio como EA Mobile, con un 36% de la cuota, Namco, con un 12% o Gameloft con 12%. Un total 10 compañías figuraban en el ranking.

Sin embargo, en la AppStore el panorama era bien distinto: Gameloft, era la que más tenía, con un 12%, y detrás  de ella un pelotón de 23 compañías independientes, los llamados indie developers o desarrolladores independientes, todas ellas con un 4% del mercado. Las claves de su éxito, según la firma: el trato igualitario para acceder a las tiendas de aplicaciones, la información que el desarrollador puede facilitar al consumidor sobre su producto, el control sobre las actualizaciones y la fijación de precios de sus aplicaciones.

Desarrolladores y plataformas

Ahora son las plataformas de los recién llegados al negocio como Apple, Android y OVI de Nokia las que cuidan de sus desarrolladores. Ellos ponen a disposición de los desarrolladores sus SDK (Software Development Kits) que les permiten crear libremente las aplicaciones. Así, ellos pueden centrarse en lo suyo que es el código y se olvidan de la burocracia de la distribución, las transacciones, etc, según explican en este artículo de la BBC.

Recientemente, Android lanzaba una hoja de cálculo con la que el desarrollador puede ver al día como van sus ventas de aplicaciones: los detalles por transacción, desde que tipo de móvil se efectúan, la moneda con la que se compra la aplicación, etc. Tanto Android como Apple cuando un cliente se descarga una aplicación de pago se quedan con un 30% del precio de la descarga; el 70% restante es para el desarrollador.

Google merchant sales reporting. http://android-developers.blogspot.com

Google merchant sales reporting. http://android-developers.blogspot.com

Y en medio de este escenario, los operadores se replantean las relaciones que mantienen con este nuevo grupo. De hecho, en un reciente artículo, José Vallés, director general de Bluevia, la comunidad de desarrolladores de la operadora, explicaba que las telecos tenían que cambiar la forma de relacionarse con los desarrolladores y dirigir su modelo hacia ellos.

» En los últimos 5 años hemos visto decenas de programas hechos por las telecos para los desarrolladores y todos han adolecido de lo mismo: falta de atracción comercial. Diría que la mayoría de los interfaces (API) de las telecos les han faltado dos ingredientes: falta de mentalidad web y otro modelo de negocio».

Incluso sintetiza la mentalidad que ha regido las relaciones entre ambos:

«Las telecos no tenemos una buena reputación en el espacio de los desarrolladores y ¿qué hacemos entonces? cobrar a los desarrolladores…»

Vallés explica cómo debería cambiar esta mentalidad. Se debería pasar del modelo en el que el usuario paga al desarrollador por la aplicación y paralelamente el desarrollador tiene que pagar al operador por acceder a su API con la que desarrolla su aplicación a una unión de sinergias en la que la API (interfaz del operador para crear la aplicación) ha de ser gratuita para el desarrollador. Los usuarios pagarán a la teleco por el servicio y luego habrá un reparto de beneficios entre el desarrollador y la operadora. Con Bluevia los desarrolladores pueden aprovecharse de los ingresos que recibe la operadora por el tráfico que recibe gracias a su API. Telefónica ofrece a los desarrolladores entre un 10 y un 50% de los ingresos generados por las transacciones API. Y cómo ocurre con el Iphone y los teléfonos Android, el desarrollador se queda con el 70% de los ingresos por aplicación.

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