De nuevo el dilema: ¿inversión pública o privada?. Sobre la mesa, la misma cuestión: ¿cómo hacer que la banda ancha llegue a cada rincón del país?. En Europa y en EEUU el tema es un viejo conocido de las políticas de telecomunicaciones. Por eso, hoy nos vamos a las antípodas y nos fijamos en Australia porque su caso tiene unas peculiaridades especiales.

Explicaciones explícitas a la australiana, ¿igual para la fibra?. Foto cortesía de Vanassa

"Australian Alcohol Guidelines". Explicaciones a la australiana ¿Serán iguales para instalar fibra?. Foto cortesía de Vanassa

1) El caso de Australia es especial porque el proyecto de construir una red nacional de fibra óptica (National Broadband Network) bajo el modelo openaccess ha sido un factor clave que ha determinado quién ocupará el Gobierno durante los próximos años.

Antes de meternos en harina explicando el proyecto y su historia, merece la pena recordar que en Australia se celebraron elecciones el 21 pasado agosto. Durante la campaña los dos partidos principales (laboristas y liberales) tuvieron algo que decir en cuanto a esta red. Los laboristas, como proyecto que habían iniciado ellos en la legislatura precedente (2007), a favor de continuar con la construcción de la National Broadband Network. Por el contrario, los liberales apostaron por romper con el proyecto y llevar a cabo una política de subsidios y subvenciones para que las compañías privadas mejoraran su red de cobre.

Este vídeo de la ABC explica muy bien las dos posturas.

Finalmente, ganaron los laboristas, pero por un estrecho margen, ya que necesitaron el apoyo de otros partidos para poder gobernar: los verdes y los independientes.  Para ellos, la National Broadband Network fue un factor clave a la hora de apoyar a los laboristas. La declaración de uno de ellos, Tony Windsor, parlamentario por Nueva Inglaterra, fue del todo explícita:  «Una vez que lo haces, lo haces bien y lo haces con fibra». Windsor con esta frase bendecía el proyecto. Los liberales, por su parte, calificaron la propuesta como «un campo de minas, una absoluta incompetencia y un dispendio de dinero público».

Más diferencias con otros planes públicos

2) La velocidad y la cobertura. A diferencia de los planes públicos de banda ancha que se están desarrollando en Europa o en EEUU, la velocidad de la red  será de 100 megas que llegarán al 93% de los hogares y empresas de Australia. El resto de la cobertura se hará a través de wireless y proveerá 12 megas al resto de la población. El plazo, 8 años.

3) La inversión. Ha sido la mayor inversión pública anunciada en la historia de Australia, con 31.000 millones de €. Este ha sido uno de los puntos más controvertidos por la cantidad de dinero público destinado al plan. Como ya os contamos en un post anterior, el gobierno justificó el plan con un estudio de KPMG-McKinsey NBN Implementation study, que resaltaba la viabilidad del despliegue y que apuntaba a un retorno razonable de la inversión durante la vida de la red.

4) Las compañías: una de cal y otra de arena. En un primer momento, el gobierno buscó el apoyo de compañías privadas, publicando una solicitud de propuestas para que presentaran sus proyectos. Entonces se hablaba de una red FTTN (fibra hasta el nodo). Telstra, el incumbente, fue excluido porque no cumplía con los requisitos. Finalmente, el gobierno decidió  excluir este sistema porque ninguna de las propuestas de las compañías se ajustaban al precio y calidad del servicio. Además, este paso se dio en medio de la crisis financiera y las empresas encontraron dificultades para obtener crédito.

Finalmente, el gobierno anunció la inversión de 31.000 millones € para construir la red, a través de la compañía National Broadband Network Co. En junio, antes de las elecciones, el gobierno alcanzó varios acuerdos con Telstra para utilizar la infraestructura del incumbente y así ahorrar costes. Además, se fijo la migración de los clientes de Telstra a la NBN Co, creando un operador mayorista nacional y propiciando la separación estructural de la compañía.

5) Tasmania pionera y «rara avis». Esta zona ha sido la primera cubierta por la fibra de la National Broadband Network C.O. gracias al acuerdo que se alcanzó con el gobierno de la zona. Sin embargo, curiosamente sus habitantes parece que no están muy por la labor de conectarse. Sólo la mitad de los hogares y comercios de la primera zona pasada han dado permiso para que la fibra entre en su propiedad y eso que la instalación es gratuita, después sólo tienen que elegir un proveedor.

6) A otra operadora, Telecom- NZ tampoco le ha gustado la idea, ya que tiene una red de FTTP en algunas zonas metropolitanas de Australia. El plan para ellos es «una absoluta basura y una estratagema para destruir a Telstra».

Comparte esta noticia en tus redes