Quienes crean que los procesos de liberalización sectoriales sólo siguen el camino de ida, o sea el de la desregulación, van a sorprenderse por la siguiente entrada. Sobre todo si el protagonista es nada más y nada menos que EE UU, paradigma del liberalismo y poco amante de la intervención estatal. La llegada de Julius Genachowski a la FCC ha sacudido el sector teleco estadounidense. Primero fue su apuesta clara por la Neutralidad de la Red, más tarde el Broadband Plan, luego llegó el litigio con Comcast por las competencia sobre la regulación en banda ancha y la lucha por los abusos en las facturas.

El regulador de EE UU pone en duda que el mercado del móvil se desarrolla en competencia. Cocinando la regulación posible, aunque no guste a todos. Foto de US Army Africa

Cocinando la regulación, aunque no guste a todos. Foto de US Army Africa

Ahora el regulador de EE UU apunta a la telefonía móvil: cuestionó los acuerdos exclusivos en los terminales, abrió una investigación sobre el rechazo de Apple a la aplicación de Google Voice, decidió revisar los contratos de permanencia, luchó contra el ya mencionado bill shock y ahora publica un análisis del mercado móvil que pone en duda que éste se desarrolle en competencia.

Al estilo de los reguladores europeos, la FCC emitió a finales de mayo un análisis del estado de la competencia en el mercado de la telefonía móvil (para el año 2008 y parte de 2009). Este estudio es interesante por lo que dice, aunque aún más por lo que omite. Tal y como destacaba Reuters, es la primera vez desde 2002 que la FCC no lo describe como un mercado «en competencia efectiva», y esto supone que la FCC podría tomar medidas regulatorias para incrementar el nivel de competencia.

La respuesta de los diferentes agentes del sector ha sido bastante ortodoxa, y muy parecida a lo que los europeos estamos acostumbrados: los operadores más grandes ponen el grito en el cielo, dicen que es innecesario y que puede afectar a la innovación y a la inversión; los operadores más pequeños callan, pero los medios les señalan como los claros beneficiados de unas potenciales medidas que aun no se han tomado; el regulador se defiende diciendo que por el momento este estudio es un punto de partida sobre el que tomar las decisiones correctas y las organizaciones de consumidores subrayan que la decisión se ha quedado corta y que no reducirá él dominio o la concentración del negocio en grandes pocos operadores.

Diferentes visiones en el seno de la FCC

Precisamente el grado de concentración, que ha incrementado un 32% desde 2003, con AT&T y Verizon Wireless soportanto el 60% de cuota de mercado y de los ingresos totales, ha sido uno de los argumentos en el que se han apoyado los técnicos de la FCC apara amagar con posibles medidas regulatorias. El consejero demócrata Michael Copps fue el más vehemente al apuntar que las posiciones de dominancia de algunos operadores le parecen «soberbias y preocupantes», mientras que la consejera Mignon Clyburn (también demócrata) destacó que casi un millón de estadounidenses no tenían acceso a la telefonía móvil, 2,4 millones sólo podía contratar un proveedor y sólo el 39% de los habitantes en zonas rurales tenía acceso a las redes de los cuatro mayores operadores (T-Mobile, AT&T, Verizon y Sprint).

Representando elotro lado de la moneda, los consejeros republicanos Baker y McDowell subrayaron que el mercado del móvil estadounidense es de los más competitivos del mundo (de acuerdo con la comparativa internacional presentada en el propio informe). McDowell destacó, además, que hoy el 74% de la población estadounidense tiene acceso a cinco o más operadores, frente al 65%  de hace un año.

La decisión de la FCC no sólo ha provocado el disentimiento entre los miembros de su consejo, sino que ha generado un fuerte debate sobre hasta qué punto los estadounidenses disfrutan o no de competencia en el mercado de  los móviles.

Según explica Craig Settles, CEO de la consultora de banda ancha Successful.com, el modelo competitivo ideal sería uno en el que cada uno de los 10 mayores competidores de banda ancha, tanto fija como móvil, tuvieran el 10% de mercado. Esa foto, sin embargo, es muy difícil de ver, y más aún si estamos hablando del ámbito no urbano. El panorama descrito por Settles puede que a muchos les resulte familiar: «Tenemos bolsas, generalmente bolsas urbanas, donde la competencia es un hecho y existe… Pero en cuanto dejamos la gran ciudad, todo eso cambia. Cuando echas un vistazo a la realidad de la gente en esos mercados… no disfrutan de competencia».

Entre los operadores también hubo quien estuvo de acuerdo con la decisión de la FCC. Vonya B. McCann, vicepresidenta de asuntos regulatorios de Sprint reconoció a Ars Technica que su compañía sigue esperando que la competencia termine por florecer y clamó por mejoras en la gestión y reparto del espectro. Esta cuestión, la del espectro, también ha sido apuntada por varios observadores del mercado estadounidense, que ven en la decisión de la FCC no tanto una posible entrada sobre la regulación de precios mayoristas sino una manera de justificar futuros repartos de las frecuencias del espectro que quedan libres tras el apagón analógico.

Mercado concentrado / mercado en competencia

Por el contrario, en lado más liberal del sector la decisión de la FCC ha levantado todo tipo de suspicacias. Uno de los blogs más activos sobre el sector, IP Carrier, deesempolvó un estudio de 2001 elaborado por Jerry B. Duvall and George S. Ford, del Phoenix Center for Advanced Legal and Economic Public Policy Studies, que apoya la idea de que en sectores intensivos en capital -como el de telecomunicaciones, donde las altas barreras de entrada limitan de por sí el número de jugadores- la concentración no es un sinónimo de poca competencia, sino que es fruto de un alto nivel de competencia y consecuencia de la competencia en precios.

El propio editor del IP Carrier, Gary Kim, reproduce en dos de sus artículos una pequeña tabla (sin citar fuente) en la que muestra un caso hipotético de saturación en el mercado. Kim explica que  para un mercado con un potencial de ingresos de un millón de dólares, unos costes de entrada al mercado de 100.000 dólares, unos costes variables de 10 dólares por cliente, un precio de monopolista de 100 dólares por cliente y una reducción del margen bruto del 10% por cada nueva entrada de una empresa en el mercado daría como resultado que no más de siete compañías podrían tener cabida en el mismo:

Además desde la industra recalcan que la FCC mantiene una fijación con el segmento de la telefonía móvil. Al análisis del mercado se le han sumado en los últimos meses las investigaciones sobre los acuerdos exclusivos en los terminales, la investigación sobre el rechazo de Apple a la aplicación de Google Voice, los contratos de permanencia y el ya mencionado bill shock.

¿Y en Europa o España?

En Europa, tal y como se explica en Wikitel, el concepto de de «operador dominante» está contemplado en la Directiva 2002/22/CE, conocida como Directiva Marco: «una empresa tiene peso significativo en el mercado si disfruta de una posición que permite que su comportamiento sea independiente de los competidores, los clientes y, en última instancia, los consumidores. La jurisprudencia comunitaria considera que cuotas de mercado superiores al 50% evidencian una posición dominante salvo en circunstancias excepcionales. La existencia una posición de dominio es compatible con la existencia de una cierta competencia, pero permite a la empresa dominante una influencia apreciable sobre las condiciones en las que se desarrolla esta competencia.»

La actual estructura competitiva del mercado móvil en España según el número de líneas es la siguiente:

Fuente CMT:  IV Informe Trimestral 2009

Fuente CMT: IV Informe Trimestral 2009

La regulación de los móviles en España contempla, principalmente  los precios de terminación y el acceso a las redes. Esta última, que obliga a los operadores con red propia alquilar sus infraestructuras, fue la que hizo posible la aparición de los operadores virtuales.

Bajo la regulación española -y pese a que ningún operador sobrepasa ese límite psicológico del 50% de cuota de mercado- todos los operadores con red han sido declarados dominantes, en tanto que como dueños de una parte de la red pueden discriminar quién termina y a qué precio las llamadas en su red. Para evitar ese tipo de discriminación los precios de terminación están regulados.

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