La Comisión Europea lleva intentando desde 2008 redactar unas recomendaciones sobre cómo regular las nuevas redes de fibra óptica que se están tendiendo en Europa. Los reguladores europeos no creen en soluciones iguales para todos y apuestan por tener en cuenta las circunstancias de cada país. Las operadoras, mientras tanto, debaten si vale la pena hacer una inversión así sin saber cómo rentabilizarla. Y mientras tanto, sólo 4 países europeos tienen una penetración de fibra óptica superior al 10%.

El mismo traje para todos. Foto cortesía de gruntzooki

El mismo traje para todos. Foto cortesía de gruntzooki

Para resolver este embrollo de la fibra óptica,  la Comisión Europea (CE) ha querido escuchar la opinión del Berec, el organismo que agrupa a los reguladores europeos de telecomunicaciones.

En la respuesta enviada a la CE, los reguladores defienden que no se impongan soluciones prefabricadas y que cada país analice las condiciones competitivas de su mercado e imponga las obligaciones más adecuadas.

También hay desacuerdo en el precio que se le debe poner a la red de fibra óptica para que  el operador dominante la alquile el resto de operadores. Mientras que la CE cree que estos precios deben estar siempre orientados a costes, los reguladores del Berec siguen defendiendo que no siempre tiene por qué ser así.

Y precisamente sobre alquilar las redes al operador que las tiende, la CE opina que siempre haya una posición de dominio, hay que hacer una oferta de referencia. Es decir, que los reguladores tienen que pautar los precios, condiciones, plazos… En cambio, el Berec cree que no siempre hay suficiente demanda como para que valga la pena elaborar una oferta de referencia. Sería el caso del acceso al subbucle de cobre cuando la red es híbrida fibra-cobre.

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