Unos breves apuntes sobre la banda ancha a través del móvil:

En la consulta pública que recientemente ha publicado la CMT sobre la futura regulación de la banda ancha y las redes de acceso de fibra óptica (conocidos en la jerga reguladora como mercados 4 y 5), se aborda la sustituibilidad que pueden representar los servicios de banda ancha a través del móvil con respecto a los accesos fijos (tecnglogías xDSL y redes de cable), mayoritarios en la actualidad en el mercado. Gráficamente, la cuestión es: banda ancha móvil vs banda ancha fija, ¿son productos sustitutivos desde la lógica reguladora?

La conclusión de la CMT es que, de momento, los productos de banda ancha móvil no pueden considerarse como sustitutivos de los fijos.

Las variables más importantes para llegar a esta conclusión tienen que ver con el precio, la velocidad y las características técnicas que presentan los servicios ofrecidos. Por ejemplo, los operadores, en sus ofertas de banda ancha móvil, no aplican tarifas planas, en el sentido más conceptual del término: precio siempre fijo con independencia del uso que del mismo haga el usuario final. En este sentido, en los casos en los que los operadores móviles ofrecen una tarifa de acceso siempre constante en el tiempo, reducen la velocidad nominal de navegación a partir de un determinado volumen de descarga. Asimismo, para obtener productos de banda ancha móvil con tarifa plana y sin limitaciones de descarga, el precio que tiene que pagar el usuario es significativamente mayor con respecto al de la banda ancha fija.

Por lo tanto, la banda ancha móvil conlleva diversas limitaciones a las que no se enfrenta un usuario que tenga contratado un acceso fijo. Sin embargo, la CMT también reconoce que la comparación de precios con las ofertas de acceso a Internet de banda ancha fija no es directa, ya que al final depende del patrón de uso del usuario final y de cuánto valore éste la movilidad que ofrecen las tecnologías inalámbricas. Es decir, que el servicio no sea sustitutivo a efectos de la lógica reguladora no quiere decir que el que toma la decisión de compra es, al final, el propio usuario, que es quien decide el uso que le va a dar al servicio.

Por esas razones, y por el dinamismo comercial y potencial técnico que presentan las ofertas de banda ancha móvil, la CMT no descarta que en el medio plazo sí que puedan ser bienes sustitutivos a afectos regulatorios, lo que conllevaría cambios sustanciales el mapa competitivo de la banda ancha en España.

La CMT sigue atenta la evolución de la banda ancha móvil y el alto ritmo de crecimiento que están experimentando estas líneas; en junio de 2008 ya se contabilizaban 863.964 , un 60% más que en junio de 2007, y las ofertas son cada vez más competitivas en precio y prestaciones.

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